Huelva

Tres horas a la espera del sol

  • La jornada dio comienzo algo antes de las 15:00 con las salidas de la Sentencia y el Perdón. El Prendimiento fue la primera hermandad en darse la vuelta y regresar al templo.

La intensa e histórica jornada que Huelva se disponía a vivir, con motivo del Acto de Fe y la Procesión Magna, tuvo un referente desde las primeras horas del día: la lluvia.

No es que fuera una sorpresa que los pronósticos presentaran esta posibilidad, pero la verdad es que los que se habían dado hasta casi última hora vaticinaban una mejoría más que notable a partir de las 12:00.

Con esas perspectivas, la jornada arrancó. En esta mañana nublada de sábado todas las miradas se dirigían a La Orden. Allí estaba previsto que la Hermandad del Perdón diera el pistoletazo de salida, convirtiéndose, de esta manera, en el primero de los diecisiete cortejos en iniciar su camino hasta la Plaza de las Monjas.

Todo se comenzó a torcer a partir de las 11:00. Las previsiones meteorológicas no eran positivas, por lo que la junta de gobierno, en consonancia con el Consejo de Hermandades y Cofradías, optó por posponer durante un par de horas la salida. Esta decisión era muy importante ya que influía decisivamente en el transcurso de todo el día.

La filosofía era en ese momento que del arranque del Perdón dependía el resto de hermandades. Desde el Consejo se había esgrimido el principio de que el Acto de Fe se celebraría con todas las hermandades comprometidas con la iniciativa y que no habría lugar para que unas pudieran llegar hasta la Plaza de las Monjas y otras no. La decisión de las salidas, por lo tanto, pasaba a manos del Consejo que marcaba una hora de retraso para todos los cortejos y para la propia celebración del Acto de Fe. El Perdón era la única hermandad que dispondría de dos horas de demora aunque con el compromiso de recuperar una por el camino. Esto tendría, como consecuencia, que El Perdón cogería por el Humilladero en vez de Manuel Siurot, que era su primer planteamiento. La segunda hermandad en salir tenía que ser la Sentencia que se acopló a la hora de demora establecida por el Consejo. Los cortejos del Cautivo y Resucitado iban también preparándose ya que eran los siguientes en iniciar su andadura. Un poco después era el turno del Prendimiento, la Lanzada y Humildad.

Pese a que el Consejo aún barajaba pronósticos que decían que, a partir de las 14:00, la probabilidad de lluvia se quedaba en un 5%, lo cierto es que el cielo no se despejaba y la fina lluvia empezaba a caer con más insistencia.

Esa fue la razón por la que el Consejo optó por una hora más de demora. Esto obligaría a las hermandades a acelerar lo máximo posible. La razón se encontraba en que el acto de la Plaza de las Monjas dependía de la luz del día para un desarrollo adecuado, de modo que su inicio no podía retrasarse mucho más allá de las 19:00.

El primer cortejo en salir fue la Sentencia antes de las 15:00. Los de Pérez Cubillas tenían como objetivo llegar a la Plaza de España antes de las 16:30. Allí deberían incorporarse tras el cortejo de la Humildad y delante de La Cena. Aún no habían salido de su barrio, cuando la lluvia intensificó su fuerza. En La Orden, el Perdón iniciaba su camino y en La Hispanidad se preparaban para ello Cautivo y Resucitado.

De estas tres hermandades, la que se quedó en casa fue el Cautivo que, aunque salió de la capilla, regresó de inmediato. Ese fue el momento cuando los planes del Consejo se desdibujaron y cada hermandad optó por lo que creía más razonable.

Los de La Orden, tras llegar al Humilladero, decidieron buscar refugio en la Parroquia del Carmen adonde ya había regresado el Prendimiento que, provisto de plásticos, había cubierto escasos metros de recorrido que le habían llevado media hora. Fue la primera en darse la vuelta. Resucitado hizo un meteórico itinerario; casi dos horas después de su salida, se refugiaba en La Concepción llegando, por primera vez en su historia, al centro de la capital. Los de La Orden estarán en El Carmen hasta la conclusión de la misa de 12:00 de hoy. Ese será el momento del regreso a Santa Teresa de Jesús.

Todavía las puertas del Sagrado Corazón no se habían abierto y ya había tres hermandades que habían renunciado a participar en el Acto de Fe y la Lanzada se lo estaba pensando.

Pese a la inseguridad meteorológica, el Polvorín presentaba el espléndido aspecto que muestra siempre que hay cita cofrade. Las dos hermandades: Victoria y Cena presentaban sus mejores galas para la ocasión.

El primer cortejo en salir fue el paso del Señor de la Humildad. Iba provisto de los candelabros de Villarrasa; los fanales de Jesús Domínguez estaban situados en las esquinas. A las 15:45, dos horas después de la hora prevista, las puertas del Sagrado Corazón se abrían ante el aplauso de los allí presentes. La cruz parroquial abría el cortejo y el paso inició su camino cuando chispeaba.

Fue salir el cortejo de La Humildad, cuando se empezó a formar el de la Sagrada Cena. La tarde se adentraba y parecía ya improbable que los pronósticos meteorológicos más optimistas se cumplieran. Tal fue así que en el momento en que las puertas del Polvorín se abrieron, por segunda vez, caía un chaparrón contundente que sin embargo no amilanó la decisión tomada por la Cena. Pero todo hacía pensar que, cuando la Cena iniciaba su caminar por Puebla de Guzmán a las 16:30, la tarde se echaba a perder. Tal fue así que las renuncias de las distintas hermandades empezaron a prodigarse. La Humildad echó marcha atrás una vez que cruzó el arco de la Reina Victoria del Barrio Obrero. De allí subió por la cuesta que da al Hipercor para atajar y regresar al templo lo antes posible. La Cena no tuvo que ir tan lejos. Llovía tanto que casi sin salir de Puebla de Guzmán decidió la vuelta. No muy lejos de allí, la Sentencia se decantaba por lo mismo cuando se encontraba en la Avenida de Guatemala. En total fueron 7 de las 17 hermandades que iban a participar en el Acto de Fe las que llegaron a salir de sus templos: Sentencia, Perdón, Cautivo, Prendimiento, Resucitado, Humildad y Cena.

La evolución de los acontecimientos dejó las cosas algo más claras para las otras que tenían prevista su salida más tarde. Ese fue el caso de la Lanzada que no llegó a salir de su casa de hermandad y el de La Merced que si en principio había dejado para las 17:00 el hacer pública su decisión final, ésta se plasmó algo antes.

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