La voz de Juan Ramón se dejó escuchar, ayer, y nada menos que durante tres horas, en el salón de plenos de la Diputación de Huelva. Lugar donde no suele rondar la poesía, muy a menudo, pero donde, con cierta frecuencia, se habla, y mucho, de todo aquello que acontece a los ciudadanos de a pie.

Ante tal premisa, un salón de plenos no se antoja el lugar más indicado para homenajear a un poeta; sin embargo, no pudo elegirse mejor escenario para tal fin pues de lo que allí se trató, en un principio, fue de la calidad de ciudadano de a pie de uno de los más grandes poetas de la historia de la literatura. "Juan Ramón Jiménez no es sólo un maestro en la poesía, sino un maestro como ciudadano". Con esta 'civil' oda, comenzaba el poeta Luis García Montero la ponencia con la que se inauguró la lectura continuada de poemas del Nobel, uno de los últimos actos que ha organizado el Trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez 2006-2008, para rendir homenaje al poeta moguereño.

"Estoy convencido que su obra, y eso la gente suele desconocerlo, es inseparable de su ética, y que el rigor de su oficio fue su compromiso con la sociedad", confesaba ante atril el escritor granadino para quien la evolución de la poesía de Juan Ramón Jiménez, desde el simbolismo hasta la metafísica última, gira en "el empeño de avisarnos de que hay que crecer pero interiormente. Esa fue la obsesión de su poesía, sobre todo después de 'Un poeta recién casado", finalizaba Montero, reconociendo que la compañía literaria de Juan Ramón en su vida "me ayuda en ese camino de hacerme".

Tras leer 'El nombre conseguido de las cosas', el también poeta andaluz dio paso a sus compañeros de este maratón poético, que conformaban toda una representación del mundo político, social, cultura y deportivo de Huelva.

Rompió el hielo la presidenta de la Diputación, Petronila Guerrero, quien leyendo el poema 'Yo era el niño Dios', destacó que dicha lectura continuada "era la mejor manera de reivindicar la vida y obra del poeta".

El escritor Eduardo Mendicutti cogió el testigo, desvelando que Juan Ramón le ha acompañado desde siempre y que le parecía estupendo la perfecta comunión existente entre Huelva y el poeta.

Poemas tras poemas, se iba desglosando la 'Antología poética', de Juan Ramón, libro editado por el Trienio, y que se erigió como único protagonista de la velada.

Velada que continuaba en las voces del subdelegado del Gobierno, Manuel Bago; del comisario de dicho trieno, Javier Blasco, para quien esta 'trilogía' "ha servido para acercar a Juan Ramón y a los ciudadanos"; del delegado del Gobierno, Manuel Alfonso Jiménez; del rector de la Universidad de Huelva, Francisco José Martínez, que la semana pasada, compró una primera edición de su obra en una vieja librería...

Ayudándose de su memoria, Juan José Oña, delegado de Cultura, imprimió pasión en su recitar de turno; la misma pasión que derrocharon los escritores onubenses José Manuel de Lara y Juan Cobos Wilkins que hizo, dijo, ante atril y en público lo que suele hacer muy a menudo en privado: "Vuelvo a Juan Ramón cada vez que él me lo impone".

Pasaba las tres de la tarde, cuando se dio por finalizada esta lectura continuada, en la que también participaron cantantes como Argentina o José Luis Pons, pintores como Juan Manuel Seisdedos o Pedro Rodríguez; deportistas como el capitán del Recreativo, Aitor; periodistas como el delegado de Canal Sur, Antonio Manfredi, de Radio Nacional, Rafael Terán, así como representantes de otros colectivos, como Paula Santiago, de la Fundación Virgen de Belén, Colega, el Colectivo de Mujeres Inmigrantes y la Asociación Chichimeca.

Quizás se echo en faltar oír la voz de algún que otro ciudadano de a pie, pero no hay que olvidar donde se cobijaba este maratón, en todo un salón de plenos, adornado para la ocasión con rosas amarillas.