solidaridad

La generosidad como motor en el desierto

  • Siete onubenses arrancan hoy en el Rally Solidario del Atlas en Marruecos con más de 300 kilos de ayuda

Manolo y Fernando se llevan sólo un día. Cumplieron 40 años la semana pasada. Son amigos, de Valverde del Camino, y ante ese paso vital que afrontaban en este 2018 se plantearon hacer "algo especial". Es por eso que hoy están en Marrakech, donde tienen previsto salir en la primera etapa del Rally Solidario del Atlas con más de 300 kilos de ayuda humanitaria infantil en una furgoneta Dyane de 40 años. Junto a ellos, y entre 70 participantes, otros dos vehículos onubenses, también de Valverde, con cinco amigos más a bordo de un Renault 4L y de un Land Rover Discovery. La aventura está asegurada hasta el 31 de marzo, con siete etapas y más de 4.000 kilómetros de recorrido.

"El carácter solidario parece una excusa pero no es así. Para nosotros es la prioridad, y luego queda la aventura y la diversión". Se refiere Fernando Arroyo al compromiso que se marcaron Manuel Marín y él cuando se propusieron celebrar la cuarentena de una manera diferente. Se fijaron un objetivo al que bautizaron como Campaña 100/1.000: recaudar cien kilos de ayuda para niños valorada en mil euros. Y fue un éxito total, superando con creces las cifras.

La colaboración de empresas y asociaciones a las que dieron a conocer el proyecto les ha permitido reunir más de 300 kilos de material diverso, sobre todo médico y escolar. Llevan más de 100 termómetros, cientos de cajas de lápices, cuadernos, estuches, mochilas, 600 rotuladores, juguetes, 10 kilos de caramelos, 150 sets de higiene mental, tres sillas de ruedas...

Para ello ha sido clave, destaca Arroyo, la implicación de entidades como la Fundación Gota de Leche, la Fundación Patronato San Pelayo, Laboratorios Kin, Insersa, Seguros Reale, Clínica Dental Duque, o Huelva Wagen, Pinturama y Autodesguaces Zalauto, entre otros colaboradores. "Se ha volcado muchísima gente y es necesario reconocerlo. Nosotros sólo somos el transporte de todo el material que han aportado".

Por eso, cuenta Arroyo, buscaron una vieja furgoneta para disponer de espacio suficiente para la carga, aunque la marcha se resintiera. La Citröen Acadiane del 79 que finalmente encontraron en Ciudad Real apenas alcanza los 100km/h. "Aunque es muy lenta, la suspensión es cómoda, es fácil de arreglar en cualquier lugar y no se refrigera con agua, por lo que evitamos problemas en este sentido durante la marcha por la ruta marroquí".

Pero no es tan sencillo. Tras la compra de la furgoneta tuvieron que hacer un arreglo integral. El motor es prácticamente nuevo en su totalidad, pero sólo de 400cc y 22cv. El chasis se les partió por la mitad y tuvieron que reforzar la estructura con vigas de acero, y la tuvieron que equipar con una doble suspensión nueva, entre otros retoques, gracias a la habilidad de Manuel Marín en el taller y los fondos recaudados en fiestas y con la venta de merchandising para pagar las reparaciones.

"Llevamos repuestos usados casi para sustituir cualquier pieza del coche durante el rally. Hemos formado un equipo muy bueno porque Manuel es piloto y un gran mecánico, y yo me he encargado de la logística, además de ser el copiloto", explica Fernando Arroyo.

Pero ellos dos son sólo una parte de la expedición onubense que completan otros dos vehículos valverdeños: el 4L del equipo Pucheretes Rasin, integrado por los hermanos Javier y Begoña Sevillano y por Miguel Ángel Márquez; y el Discovery del equipo La Doma de Sara, con José Miguel Valero y José Malavé. Los siete pasaron el Estrecho el mediodía del viernes y hoy se embarcan en una aventura que seguro les dejará huella.

"Estamos muy emocionados, con muchas ganas. Esperamos no defraudar a tantas personas que nos han ofrecido su ayuda". A los pequeños del Atlas seguro que no van a defraudar.

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