Crónica urbana

La factura de las elecciones

  • El Gobierno es el Gobierno y su circunstancia: en este agitado año entre elecciones la Junta se ha gastado 82 millones en publicidad l El PP municipal, medio millón en comunicación institucional

Otra epidemia de horror vacui planea sobre las Navidades, entre balances y prospectivas. No ha habido tiempo para el barbecho, y peligrosamente coinciden ahora estos tiempos de liquidaciones presupuestarias con el antes y el después de las elecciones. Captación de sufragios y dinero público son un matrimonio forzoso, de mucho ruido y muchas nueces también. Sabemos, por informes recabados por el PA, que el Gobierno de Chaves en la Junta de Andalucía se ha gastado ya este año en publicidad institucional lo suficiente para construir en la comunidad autónoma 50 colegios de Primaria. Un "atraco a mano armada" a la ciudadanía, dicen los andalucistas, que se cifra en 82 millones de euros (más de la mitad de lo que costarían con todos sus perejiles los puentes de Manterola, Huelva-Punta Umbría).

La factura de los anuncios institucionales desde abril de 2005 asciende a 197 millones de euros; abierta desde hace tiempo la caja de los truenos a instancias del PP, que acusa de malversación de fondos públicos a la Administración socialista por la campaña del Pacto por la Vivienda.

Habría de ser la jurisprudencia la que refuerce esa porosa separación entre la propaganda electoral y la comunicación institucional. Un terreno minado para la picaresca, y por ende para la manipulación de la opinión pública, de la percepción de un electorado al que se le tratan de vender siempre los beneficios del continuismo.

Claro que en todos los sitios cuecen habas: otra buena prueba del algodón es el documento de la liquidación provisional de 2007 que traduce el gasto del equipo de Gobierno del alcalde en cuestiones de imagen institucional en este año tan agitado de las municipales, con la cuarta victoria periquista en el ecuador: la factura de la Comunicación Institucional del Ayuntamiento de Huelva asciende este año a medio millón de euros, el doble de lo previsto en el borrador de los presupuestos, y un 12% más que en el ejercicio anterior, en el que también se desbordaron las previsiones mientras se iban calentando los motores para los comicios. La ventaja competitiva de Pedro Rodríguez en estos ruedos electorales fue la cosecha de la gestión, la "Huelva que ha cambiado más en 12 años que en un siglo". Se arropa también el eslogan con un gasto adicional de 87.260 euros en "Promoción de la Ciudad". Y eso que la cosa estaba estricta y apenas se subió el alcalde a la excavadora que demolió el estadio de Isla Chica, ya le quisieron cortar las alas los socialistas, que ni siquiera se atrevía Rodríguez a comerse una gamba en la feria de la Avenida de Andalucía, el evento que organizó el Ayuntamiento para no ser menos que el de Punta Umbría. Lo dicho en aquellas crónicas: el evento, según la Ley electoral, podía celebrarse y el marisco comerse sin mayores censuras, pero sin inauguraciones sospechosas.

Sintonicen, que ahora estamos en la segunda vuelta; y -parafraseando a Ortega- el Gobierno es el Gobierno, y su circunstancia.

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