juan ramón jiménez

La endoscopia ya no da miedo

  • Se trata de una técnica muy utilizada para el diagnóstico y que levanta reticencias en el usuario por la incomodidad que provoca

Cada año se realizan 14.000 endoscopias en el Servicio de Aparato Digestivo del Juan Ramón Jiménez. Casi siempre son sinónimo de tener que someterse a una práctica desagradable que levanta temores y aprensiones en los pacientes. Sin embargo, estamos hablando de una de las herramientas principales que tiene utilidad tanto desde un punto de vista diagnóstico como terapéutico.

El Hospital Juan Ramón Jiménez ha acogido un curso para adiestrar a médicos y enfermeros en un tipo de sedación que pone punto final a los miedos a la endoscopia.

La jefa del Servicio de Aparato Digestivo del Juan Ramón, Ana Bejarano, explica que se trata de una sedación por propofol, "una apuesta de este servicio, del hospital y de la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva por mejorar la calidad de los procedimientos endoscópicos". De este modo, se han reunido en Huelva profesionales procedentes de todo el país para acreditarse en el uso de este fármaco que presenta enormes ventajas respecto a los medicamentos tradicionalmente utilizados.

Bejarano admite que la endoscopia ha sido "un procedimiento incómodo e incluso a veces doloroso. Con esta nueva técnica de sedación venimos a mejorar la calidad y minimizar o hasta hacer desaparecer, el dolor mejorando de esta manera la seguridad. Se trata de un gran salto cualitativo", destaca.

Según la jefa de Aparato Digestivo, la sedación con propofol, "es profunda, lo que la contrasta con la tradicional que es suave". En la que se ha venido utilizando, esa sedación no era completa de manera que el paciente no llegaba a dormirse. Con el propofol, el paciente sí se duerme, no siente nada y además facilita una rápida recuperación. Precisamente, la recuperación es otra de las facetas que distingue ambos tipos de sedación ya que en la tradicional era lenta "de horas, mientras que en la nueva es de tan solo unos minutos. Con ella, los pacientes no sienten nada ni se acuerdan de lo que ha ocurrido", sentencia.

La endoscopia es muy utilizada para diagnosticar. Con ella se detectan tumores, esofagitis, colitis ulcerosa, celiaquía... Además posee una faceta terapéutica ya que también se usa para atajar pequeños tumores y lesiones.

Teresa Soria, del Hospital Miguel Servet, de Zaragoza ha sido otra de las profesoras del curso. Indica que la sedación con propofol "es una técnica que ya se practica en muchos sitios porque aumenta la seguridad y el confort tanto para el endoscopista como para el paciente". Las exploraciones que se llevan a cabo aumentan de calidad porque el profesional trabaja en mejores condiciones y el despertar del paciente es muy plácido. El profesional no tiene prisa en terminar y tampoco hay que mantener a la persona dormida más tiempo del preciso".

El método para llevar a cabo la sedación es por vía intravenosa, no tiene efectos secundarios y presenta una eliminación muy rápida. Esa superación del miedo que se opera en el paciente provoca, entre otras ventajas, que si es necesario repetir la prueba o hacer otras adicionales, la persona ya no muestra reticencias".

Los profesionales sanitarios han aprendido en Huelva cómo llevar a la práctica este tipo de sedación que se está extendiendo en otras especialidades como urología, por ejemplo. En el Juan Ramón ya se utiliza, al menos en Digestivo, de manera generalizada ya que tan solo un pequeño porcentaje de usuarios no la admitirían por presentar algún tipo de alergias o otros aspectos que los profesionales perciban que no encajan con su aplicación.

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