Crónica urbana

Desde un distrito de Turín

  • Pesa en Huelva otra verdad incómoda: el conflicto de Valdocco mete en la coctelera un problema social acuciante, abono para la manipulación electoralista y un aviso para navegantes a todo el tejido asociativo

Imbricada con nuestra propia crisis, se dilata en la ciudad el episodio de otra verdad incómoda. Los impagos del Ayuntamiento a Valdocco (una deuda que se sedimenta desde el año 2000, sumando casi medio millón de euros) están abocando al desastre a una fundación de inserción sociolaboral de la que el Consistorio es patrono desde 1995. Llega la situación a un punto insostenible y ya tiene problemas con las entidades financieras un colectivo que, con 300 usuarios al día, hace en Huelva una labor crucial contra el absentismo, la marginalidad, el vandalismo y el desempleo, con más de 100 trabajadores y voluntarios volcados en este centro de operaciones desde El Torrejón. El débito municipal, según denuncia el director de Valdocco, Carlos González, pone en riesgo la continuidad de servicios como los pisos de acogida para niños o talleres de empleo para jóvenes.

Terreno abonado para la instrumentalización política, un ariete fácil contra un alcalde que, en este tema ha salido literalmente por la puerta de atrás. Sintomática la impresión de algunos lectores de huelvainformacion.es:"Rodri hizo en su día mucho por Valdocco, pero si ahora no puede… ¿para qué promete?" La interferencia del PSOE en este tema es tan previsible como manifiesta (por vínculos personales de diversa índole) en una difícil situación en la que la vertiente electoralista tampoco ha de pasar desapercibida, aunque en este conflicto urja, en primera instancia, el interés general: no dejar desatendida a una creciente población en riesgo de exclusión social. Fue elocuente cada detalle, y el esquema de posiciones políticas plasmados la semana pasada en el Pleno del Ayuntamiento, con el edificio de la Plaza de la Constitución cercado por la deuda de Valdocco, un cordón policial y una avalancha de manifestantes que proseguirán su calendario de protestas en los días que siguen, semanas o meses, "hasta que el alcalde diga cuándo pagará a Valdocco lo que debe, porque así -insiste González- no podemos seguir." Si hoy no hay amago de "contacto" por parte del equipo de Gobierno del PP, los empleados y voluntarios de Valdocco se organizarán para movilizarse cada lunes, así como en todos los Plenos y en actos estratégicos del alcalde.

Apremia el diálogo, aunque en la sombra hay una cola de entidades sociales que no reclaman al Consistorio los impagos "por miedo", como denuncia el portavoz de IU, Pedro Jiménez. Hasta el momento, el único pronunciamiento que han hecho los gobernantes, dejan el resabio en las palabras de Curro Moro: "Es cierto que hemos tenido problemas de tesorería, pero todo esto nos parece desmesurado… no actúan así contra otras entidades que también les debe dinero. Aquí hay una clara manipulación por parte del PSOE, pues además el director de Valdocco es esposo de una concejal socialista". De esta acusación se defiende González, en declaraciones a este periódico: "Quien nos conoce bien sabe que estamos encima de todas las delegaciones cuando hay atrasos. El Ayuntamiento nos debe dinero desde 2000 y es patrono de la fundación. La Junta, ahora mismo, no nos debe subvenciones ni a seis meses".

Alta tensión, pues. Y muchos nombres y apellidos a la cola.

Un distrito de Turín le prestó el nombre al Valdocco del Torrejón. Aquella fue en el siglo XIX la cuna metodológica del sistema preventivo de Don Bosco, inventor del contrato en prácticas y promotor de la formación y salvaguarda de los jóvenes en riesgo de exclusión.

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