Huelva

El declive de un hombre desafiante

  • Amigo personal de Aznar, el PP lo catapultó a la Presidencia de Caja Madrid en 1996

  • Presumía de su gestión como banquero, pero acabó pisando la cárcel

El declive de un hombre desafiante

El declive de un hombre desafiante / Miguel Blesa departe con el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

La entrada de Miguel Blesa en la prisión de Soto del Real (Madrid) en mayo de 2013 supuso un hito en una España golpeada por la crisis económica y financiera: era el primer gran banquero español que entraba en la cárcel en décadas y lo hacía por supuestas irregularidades en su gestión de la entidad Caja Madrid.

Sólo estuvo una noche entre rejas ya que pagó la fianza de 2,5 millones de euros que le impuso el juez, pero un mes después volvió a pasar 15 días en prisión. El magistrado que ordenó su ingreso, Elpidio Silva, fue condenado a 17 años de inhabilitación por prevaricación por su insistencia en encarcelarlo de forma preventiva.

Blesa (Linares, 1947) fue uno de los banqueros españoles más influyentes de la última década pero también uno de los más polémicos. Amigo personal desde la juventud del ex presidente del Gobierno José María Aznar -ambos pidieron el mismo destino, Logroño, como inspectores de Hacienda y vivieron en el mismo edificio- , en 1993 llegó al consejo de administración de Caja Madrid y tres años más tarde, tras la llegada del PP al Gobierno de España, alcanzó la Presidencia de la entidad a pesar de su inexperiencia bancaria, donde desde el primer momento dio muestras de su ambición, en sustitución de Jaime Terceiro, cargo en el que fue reelegido con el respaldo de Alberto Ruiz-Gallardón en 1999 y 2003. Los enfrentamientos en el PP de Madrid con Esperanza Aguirre, que quería colocar al hoy encarcelado Ignacio González al mando, lo obligaron a salir de la entidad financiera en 2010, aunque el puesto se lo quedó Rodrigo Rato.

A pesar de los problemas de Caja Madrid y Bankia conocidos posteriormente, Blesa afirmó en 2012 que era una de las "más eficientes" del sector financiero, además de hacer comentarios fuera de lugar para exhibir su carácter desafiante como cuando dijo respecto a las preferentes que "la gente no tiene la costumbre de leer la letra pequeña".

El pasado febrero fue condenado a seis años de cárcel por un escándalo que tuvo gran repercusión, ya que salpicó a prácticamente toda la cúpula de Caja Madrid y de su entidad sucesora, Bankia, por el uso de tarjetas de crédito opacas. En enero, la Fiscalía pidió para el banquero otros cuatro años de prisión por presuntos sobresueldos que supuestamente otorgó a altos directivos de la entidad que presidió, que se fusionó con otras cajas y dio a luz a Bankia, nacionalizada en 2012 por su estado de quiebra.

El banquero, que en agosto hubiera cumplido 70 años, fue también investigado por la venta de productos financieros de alto riesgo a sus clientes, la concesión de créditos al gigante turístico Marsans y la compra del City National Bank de Florida (Estados Unidos).

Licenciado en Derecho en la Universidad de Granada, inició su carrera laboral como inspector de Hacienda. Más tarde se dedicó al Derecho tributario desde su propio bufete antes de saltar a la cúpula de Caja Madrid.

Además, formó parte de la cúpula de empresas como las constructora ACS y FCC, la energética Endesa o los canales de televisión Telemadrid y Antena 3. Fue también vicepresidente de Iberia. En octubre de 2014, volvió al foco mediático con el estallido del escándalo de las llamadas black, que destapó el uso irregular de tarjetas de crédito opacas a Hacienda en la cúpula de Caja Madrid y de Bankia.

Fue condenado a seis años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida junto a Rato, quién recibió una pena de cuatro años y medio de cárcel. Pese a que la Fiscalía pidió para ambos prisión eludible bajo fianza, el juez determinó dejarlos en libertad. La sentencia, recurrida ante el Tribunal Supremo, no es firme.

Tachado de arrogante y orgulloso por la prensa, Blesa recibió fuertes críticas por los escándalos en los que se vio envuelto. El pasado marzo fue recibido con abucheos y al grito de "ladrón" a su llegada a la Audiencia Nacional.

El banquero estaba casado en segundas nupcias con Gema Gámez, ex empleada de Caja Madrid y 27 años más joven que él. Amante de la caza -levantaron polvareda algunas fotos que publicadas exhibiendo sus trofeos cinegéticos-, la fotografía y la jardinería, su muerte sorprendió ayer a sus más allegados, que apuntaban a que estaba preocupado por su situación judicial y financiera, pero en ningún caso abatido ni con síntomas de depresión. En cualquier caso, sí admitía a su círculo más cercano que lamentaba no disponer de dinero al tener las cuentas embargadas, aunque mantenía esperanzas de que el Tribunal Supremo le diera la razón, algo que ya sólo salvaría su honra a título póstumo.

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