periodismo

El compromiso que nos dejaron

  • Rosa María Calaf recibe el Premio Ángel Serradilla en reconocimiento a su trayectoria profesional

  • El acto se erige en una reivindicación de rigor, independencia y servicio público

"Hay que elegir entre descansar o ser libres". Estas palabras del historiador griego Tucídides las tiene Rosa María Calaf entre sus notas de cabecera para recordar a la población de que corresponde a todos buscar la verdad y luchar por encontrarla cada día, como vía para la ansiada libertad personal. "No es nada que te regalen. Hay que pelear por ella", dijo ayer la veterana periodista en un directo mensaje final con un sentido muy especial en el contexto.

Calaf, reportera de prestigio, rostro muy popular en los telediarios de las últimas cuatro décadas, recibió ayer en Huelva el Premio Ángel Serradilla que concede cada año la Asociación de la Prensa de Huelva. Es un reconocimiento a su trayectoria, a su condición de excepcional profesional, en el más hondo sentido de la palabra, y un acto reivindicativo del periodismo. Que es riguroso, independiente, plural, profundo, comprometido con el entorno y provocador. Porque hay que provocar a la ciudadanía para que piense y cuestione todo lo que le rodea, sin pensamientos impuestos, defendió Calaf. Y hay que invitarla a que sea activa en esa búsqueda a la que ya apelaba hace 2.500 años Tucídides para ser libres por encima de todo.

Ese era el periodismo que defendió siempre Serradilla y por el que trabajaba cada día en este mismo periódico. Era la única clase de periodismo que entendía, quizá porque es la única que realmente existe. Porque lo demás no cabe considerarlo de esta forma.

Ese compromiso que tuvo Serradilla fue uno de sus grandes legados, entre los que quedan cientos de sus excepcionales crónicas y reportajes, de sus informaciones diarias en la hemeroteca de Huelva Información. Y la Asociación de la Prensa de Huelva (APH) quiso que esa estela suya siguiera adelante y se reflejara en quienes, como él, mantienen viva la esencia del deber de informar y reflejar la verdad, cada vez más oculta ahora, en estos tiempos oscuros de la paradójica sociedad de la información.

Rosa María Calaf se lleva la distinción ahora porque en ella ese compromiso sigue vivo, también después de su retiro "de la primera línea" como reportera de Televisión Española desde 1970.

En el acto anual de Las Cocheras del Puerto, confesó su máxima para trabajar a través de un vídeo realizado por Huelva TV: "Lo primero es la humildad, ir con ojos muy abiertos y oídos muy atentos". Y también, "aprender siempre de lo diferente". La reportera ha visitado 170 países en sus labores informativas: ha tenido oportunidad de saber de lo que habla. Como el propio Serradilla, cuando se marchó a Bosnia en 2001 porque entendió que había que contar el drama que vivían las víctimas de la guerra a través del trabajo de los voluntarios.

"Son las personas lo que cuentan. No nos dejemos arrastrar", reivindicó también Rosa María Calaf, "profundamente agradecida" por el premio. "En ella confluyen todos los argumentos que se dan en él", destacó el presidente de la APH, Rafael Terán, firme defensor siempre de algo tan simple y tan difícil como "conocer los hechos y contarlos". Ahí empieza el servicio público.

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