Huelva

El arte de Alcaide, en el Vázquez Díaz

  • La familia del pintor permite que su obra magna salga por primera vez de su estudio

El Museo Vázquez Díaz de Nerva muestra durante este mes la obra magna de Antonio Romero Alcaide, considerado por muchos como el pintor de la mina, que sale completa desde el estudio donde empezó a crearla a finales de la década de los 70 del siglo pasado, cuando trabajaba en las minas de Riotinto, como otros cientos de hombres de la Cuenca Minera.

Al acto de inauguración asistieron la mujer e hijos del artista nervense, María, Elena y Antonio, que estuvieron acompañados en todo momento por el alcalde de Nerva, Domingo Domínguez; el concejal de Cultura, Juan Carlos Domínguez, y el director del museo, Juan Alfonso Barba.

Tanto los familiares como los representantes de las instituciones que han promovido la muestra en público, por primera vez, de la gran obra de Alcaide, coincidieron en destacar las excepcionales cualidades que el artista poseía como tal, además de su gran humildad y amor por la tierra minera, de la que supo extraer como nadie, una increíble variedad cromática con sello y estilo propios que perdurarán en el tiempo como identidad de su magnífica obra pictórica.

Sólo existen dos precedentes en los que Alcaide ha mostrado una mínima parte de su obra en público. Se trata de dos exposiciones colectivas en las que participó. Una en 1988, con motivo del Centenario de los Humos, que se expuso en el salón de actos del Ayuntamiento de Nerva, y otra en los años 90, en la que sólo se sacaron de su estudio-museo algunas obras que formarían parte de una colectiva dedicada al ferrocarril.

En esta ocasión, los herederos de Alcaide muestran con todo su esplendor la gran obra de su progenitor. La colección está dividida en siete subexposiciones que repasan la historia gráfica de la Cuenca Minera, como Alcaide denominaba su obra magna, a la que Barba prefiere denominar La Minería y el Arte.

Casi un centenar de obras, como referente del patrimonio cultural minero, permite admirar su trabajo a través del proceso productivo minero con una lectura completa de sus dibujos y pinturas, desde los sistemas de explotación (galería, pozos, cortas) hasta los aspectos sociales y etnografía (huelgas, oficios, costumbres), pasando por los elementos de extracción (malacates, castilletes y canales), sistemas de beneficio (cementaciones, teleras, fundiciones), maquinaria e instalaciones metalúrgicas auxiliares (hornos, chimeneas, fuelles), elementos de transporte (ferrocarril, puentes, túneles), y otras instalaciones (centrales eléctricas, talleres, viviendas).

La obra magna de Alcaide se complementa con cuatro volúmenes hechos a mano con dibujos originales, fotos, textos escritos de su puño y letra que se funden para crear la Historia de las Minas de Riotinto, desde los romanos hasta hoy. Además, el museo ha puesto a la venta un conjunto de diez postales (6 euros) y un DVD (10 euros) con la intención de recaudar los fondos necesarios que permitan la publicación de un catálogo que complete la colección de la que ya forman parte Granados Valdés, Díaz Oliva, Mario León y Rosil.

Alcaide siempre se negó amablemente a protagonizar cualquier tipo de exposición individual en el Museo Vázquez Díaz de Nerva porque no era amante de protocolos y huía constantemente de los halagos, de los que, por otra parte, era digno merecedor. "Ahora, gracias a la familia, a su mujer María, y a sus hijos, Elena y Antonio, este verano será el protagonista de una antolojía, con j, al decir de Juan Ramón, más merecida por rechazada en vida", asegura el director del museo.

Pintor de oficio por excelencia, Alcaide recoge en esta magna obra el quehacer diario basado en el conocimiento artesanal de lo que es la pintura. Se fabricaba sus lienzos a base de telas y colas para conseguir con ello los matices que caracterizaban su obra y que serían imposibles con lienzos de comercio, además de asegurar en extremo la perfecta conservación de tonos con el paso del tiempo.

Antonio Romero Alcaide (Nerva, 1929-2009) fue uno de los alumnos más aventajados de la Escuela de Bellas Artes de Nerva que dirigía Manuel Fontenla. Autor clásico, como el mismo se definía, gustaba de las obras de Velázquez, Goya y Sorolla. También pasó por la Santa Cruz de Tenerife, donde estudió la modalidad de dibujo.

En cuanto a las técnicas empleadas en la confección de sus obras, Alcaide utilizaba principalmente la sanguina y el carboncillo, y una técnica mixta mezcla de aguada, ceras pastel y tintas con la que conseguía unas texturas pictóricas que resaltaban sus dibujos, y por supuesto en óleo, con el que consigue calidades de color con olor a mina.

Salvo algunas apreciaciones sobre su forma de pintar y las técnicas empleadas, casi todos los expertos coinciden en resaltar su humildad, el orden y confort de la estancia en la que trabajaba, y su deseo de no exponer al público porque era enemigo del protagonismo, aunque las puertas de su estudio-museo siempre estaban abiertas para todo aquel que deseara conocer su obra.

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