solidaridad

Tres ángeles de la guarda en el puente

  • Las onubenses Sonia Márquez, Isabel Martín y Rosalía Mangas frustran el intento de suicidio de una mujer en la capital

  • Pretendía arrojarse a la carretera desde un viaducto

Sonia Márquez, Isabel Martín y Rosalía Mangas, en la comisaría de la Policía Nacional de Huelva.

Sonia Márquez, Isabel Martín y Rosalía Mangas, en la comisaría de la Policía Nacional de Huelva. / h. información

Tres onubenses consiguieron la pasada semana salvar in extremis de una muerte segura a una mujer que ya tenía medio cuerpo asomado por la baranda de un conocido puente de la capital cuando pretendía suicidarse. Iba a arrojarse a la carretera desde el viaducto, pero ellas, como si de tres ángeles de la guarda se trataran, consiguieron retenerla. Es más, como evidencia el comisario de la Policía Nacional de Huelva, Florentino Marín (que las felicita por su actuación), también evitaron que pudiera caer sobre algún vehículo o provocar un accidente que conllevara más víctimas.

Sonia Márquez, Isabel Martín y Rosalía Mangas transitaban por el viaducto en el camino habitual que recorren a diario para coger el coche y desplazarse a realizar actividades deportivas en el club social Marismas del Odiel. Eran las 9:45 del miércoles 14 de marzo cuando advirtieron la situación que estaba viviendo esta mujer, una conocida para alguna de ellas por realizar labores de aparcacoches en el entorno del hospital Costa de la Luz.

Las tres amigas observaron entonces cómo la mujer "ya tenía la pierna levantada por encima de la barandilla y hablaba distraída", indica Sonia a Huelva Información.

La reacción de las tres fue "instintiva, y empezamos a correr hacia ella y a gritarle que no, que no hiciera eso". Los chillidos de las mujeres captó la atención de la suicida. Esa distracción la retuvo el tiempo suficiente como para que Rosalía, Sonia e Isabel pudieran agarrarla y ponerla a salvo. "Estaba nerviosísima y muy apenada", narran.

Rosalía llamó al teléfono de emergencias 112, que desplazó hasta la zona (que omitimos a conciencia para evitar el efecto llamada) a una patrulla de la Policía Nacional.

Las tres mujeres la llevaron a una cafetería de la zona y le dieron una tila. Allí es donde supieron que la víctima tiene una hija de doce años a la que días antes no le había podido comprar un dulce porque sufre graves problemas económicos que se han visto agravados por la propia situación de la mujer, que es drogodependiente.

La historia, dice Rosalía, "nos ha removido muchísimo y esperamos que esto no se quede aquí y que a quien corresponda intervenga en el caso". La intención es que la mujer no vuelva a intentar suicidarse si alguien le tiende la mano.

El comisario elogia la actitud solidaria de estas tres onubenses, "porque desgraciadamente en estos tiempos que corren mucha gente mira para otro lado".

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