El robo en el edificio de la Aduana de la plaza Doce de Octubre ha provocado un cambio en los procedimientos para el almacenamiento de la droga decomisada en la provincia de Huelva. El inmediato fue el refuerzo de las medidas de seguridad en las instalaciones, aunque la gravedad del asalto ha movido a la Agencia Estatal Tributaria a construir un nuevo almacén en Huelva, que se encuentra actualmente "en obras", según informó ayer el subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera.

"Por lo que conozco -explicó- se está rediseñando la seguridad del depósito y están preparando la mayor seguridad posible en el nuevo establecimiento, con independencia de que no se renuncie a buscar un punto seguro para la droga".

El suceso evidenció las deficiencias en la vigilancia de las instalaciones de la Aduana, a cargo de la Agencia Tributaria para almacenar la droga incautada antes de su traslado y posterior destrucción. El edificio no contaba con personal de seguridad las 24 horas y se supo entonces de los largos periodos de almacenamiento previos a su incineración.

Más aún, la investigación ha revelado cómo un vigilante privado ha tenido acceso continuado al depósito durante años, sin que ahora se sepa con exactitud la cantidad total de droga sustraída.

"Esta persona era de plena confianza. Llevaba muchos años trabajando allí como vigilante y conocía perfectamente el edificio, las costumbres, los movimientos de entrada y salida y las cantidades que había depositadas. Hasta sabía dónde se guardaban las llaves que no debía utilizar", explicó el comisario Antonio Placer, quien recordó la existencia de un protocolo de control para la droga y también la dificultad de comprobar el depósito "todos los días".