sucesos

La alarma que llega de las entrañas

  • Un terremoto de magnitud 4,4 con epicentro en el Alentejo portugués se siente en distintos puntos de Huelva

  • La capital registra episodios de intensidad II con movimiento de muebles

Mapa publicado por el IGN con distintos puntos de España y el grado de intensidad con el que se sintió el seísmo de ayer en Évora.

Mapa publicado por el IGN con distintos puntos de España y el grado de intensidad con el que se sintió el seísmo de ayer en Évora. / instituto geográfico nacional

A muchos les cogió en la oficina. A otros en casa, e incluso en la cama, convalecientes de la epidemia de gripe. Entre estos estuvieron los que más lo sintieron, en la capital onubense sobre todo, en el vaivén que tuvieron en butacas y camas, y en el balanceo preocupante de lámparas y el ligero desplazamiento de sillas. Y fue esa visión, entre sensaciones de vértigo, la que les hizo sospechar de un terremoto. No es el primero ni será el último que se sentirá en la provincia de Huelva, pero fue suficiente ayer para que la alarma se disparase.

El teléfono del Servicio de Emergencias 112 de Andalucía registró 8 llamadas poco antes de la una de la tarde. Cinco de ellas provenían de la provincia onubense para alertar del episodio y reclamar más información de lo sucedido.

El Instituto Geográfico Nacional (IGN), dependiente del Ministerio de Fomento, reflejó casi al instante los datos recogidos por Red Sísmica Nacional: se trataba de un terremoto de magnitud 4,4 en la escala magnitud de momento, con epicentro en el interior de Portugal, en la vecina región del Alentejo, al norte de Évora. Fue en el noroeste del término de Arraiolos, a 192 kilómetros de la capital onubense, a 12 kilómetros de profundidad.

La hora en que se produjo, a las 12:51 de la tarde, hizo que muchos no sintieran sus efectos, al cogerles en plena calle, donde no fue perceptible por los viandantes, al menos en Huelva. Fue aquí, donde se registró una intensidad de grado II en la escala de Mercalli, considerado débil, que implica la percepción del temblor sólo por parte de personas que se encuentran en estado de reposo, sobre todo las que se encuentran en el interior de inmuebles en los pisos altos de edificios, en los que es recurrente la oscilación de objetos colgantes.

El IGN recogió ayer reportes de Huelva capital, Aljaraque, Aracena, Ayamonte, Fuenteheridos, Jabugo y Punta Umbría. También se sintió en Cortegana, donde hubo testimonios que apuntan al grado III de intensidad, considerado leve, por ser además sentido por personas que se encuentran en el interior de vehículos detenidos, y por la sensación de una fuerte vibración general.

Hay testimonios en la ciudad de Huelva que hablan de este tipo de experiencia, centrados, sobre todo, en el barrio de Pescadería y sus inmediaciones, terrenos marcados por su cercanía a la ría y por ser habitualmente más sensibles a los temblores de tierra.

El registro del IGN, sin embargo, se basa en los reportes realizados por los testigos desde distintos puntos de España, y en algunos casos por detección automática, por la que se determinó la intensidad en la capital y en Aracena, en el caso de Huelva.

En el resto del país fue Extremadura, limítrofe con el Alentejo, la comunidad autónoma que sintió de forma más intensa el terremoto de Arraiolos. En grado III en poblaciones de Badajoz, sobre todo, y en Cáceres, también de grado II.

De forma débil se registró también en distintos puntos de Andalucía, en las capitales Sevilla, Córdoba y Jaén, además de Linares y Andújar en esta última provincia.

A lo largo de la tarde se registraron al menos seis réplicas más en el mismo área de Arraiolos. La primera de ellas, tras el seísmo de magnitud 4,4 Mw, se produjo sólo siete minutos después, y fue de 2,0. Posteriormente, entre la una de la tarde y las nueve de la noche, los pequeños terremotos registrados por la Red Sísmica Nacional tuvieron magnitudes también inferiores, en un rango entre los 1,7 y los 2,2, en la misma escala de magnitud de momento.

Realmente no fue a mayores el seísmo en la provincia de Huelva, que sólo provocó la alarma de un número reducido de personas en la provincia. Pero fue suficiente para que una vez más se recuerde que Huelva se encuentra en una zona de actividad sísmica que, si bien no es para el alarmismo, sí es para que, como así se indicó a lo largo del día en algunos foros, se establezca una formación adecuada entre la población, para que sepa cómo actuar en caso de un terremoto de mayor intensidad y en el supuesto de que pueda provocar posteriormente un tsunami. Sólo el riesgo latente, aseguran, es suficiente para no despreciarlo.

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