Huelva

La alarma se enciende en el PSOE andaluz

  • Ningún barón conocía la reunión secreta entre Sánchez y Junqueras

¿Hay una negociación B, paralela a la que mantiene el PSOE con Ciudadanos y Podemos? La reunión secreta que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mantuvo con el líder de ERC, Oriol Junquera, ha encendido las alarmas en la sede de los socialistas andaluces, donde temen que haya una negociación paralela con los soberanistas para la investidura de su candidato. Esta reunión fue desvelada por el programa catalán 8 al día, y ha sido confirmada tanto por el PSOE como por ERC, aunque las formaciones difieren del sentido. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, desconocía este encuentro, así como los principales dirigentes territoriales del PSOE. Al ser preguntada por ello ayer en Écija, la presidente andaluza, Susana Díaz, aseguró que desconocía las informaciones sobre esta reunión. "Mañana será otro día", zanjó la andaluza. Los presidentes asturianos y aragonés, Javier Fernández y Javiar Lambán, tampoco sabían de esta entrevista entre Sánchez y el líder de ERC y vicepresidente de la Generalitat.

Mientras que los republicanos han explicado que en el encuentro se habló de todo, de la investidura y de la posición de ERC sobre el derecho a decidir, fuentes de Ferraz mantienen que sólo se abordó el delicado momento económico de la Generalitat. Sánchez explicó en los pasillos del Congreso que quería conocer a Junqueras, como al resto de dirigentes políticos. Sin embargo, una fuente de la dirección del PSOE andaluz no da crédito a la versión de la reunión limpia, y la conecta con el encargo que Pedro Sánchez ha hecho al PSC de Miquel Iceta para que sea éste quien negocie con En Comú Podem. Esta negociación ya enfadó bastante a los barones críticos, porque creían que Iceta podía comenzar a a hablar con los podemitas del derecho a decidir, algo que impide la resolución del comité federal del 30 de enero.

Sánchez se reunió en un almuerzo con Junqueras el 15 de marzo, después de que viese en Barcelona al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Sin embargo, ni Junqueras ni Sánchez informaron al líder catalán de este encuentro.

Lo que explicaron fuentes del PSOE andaluz es que desconocen los detalles de esta negociación paralela, aunque les inquieta las declaraciones de Iceta y Carme Chacón en las que hablaban de una solución a la canadiense. Es como si Sánchez hubiese abierto una suerte de negociación B, blindada de momento al mandato del comité federal. La dirección andaluza no admitiría que Sánchez se convirtiese en presidente del Gobierno con la abstención de los diputados independentistas, porque así lo decidió el comité federal, pero temen que un acuerdo in extremis con Podemos, que llevaría el apoyo pasivo de ERC, se presente como una solución de urgencia al Congreso en fechas cercanas al 2 de mayo. De momento, se explica, lo que han votado los militantes es un acuerdo programático con Ciudadanos. Si se alcanza uno nuevo con Podemos, debería de pasar también por las urnas, de acuerdo con el compromiso de Pedro Sánchez.

El asunto del derecho a decidir preocupa especialmente en Andalucía. Hay que recordar que el PSC abrazó este derecho, lo que fue criticado por Susana Díaz, ya que sostenía que sólo encerraba el derecho a la independencia. Finalmente, los socialistas catalanes rectificaron. Lo que ahora temen es que el PSC vuelva a las andadas después del encargo que le ha hecho Pedro Sánchez. Iceta está negociando con el líder de En Comú, Xavier Doménech, su apoyo a la investidura, pero éste sigue colocando al referéndum como condición indispensable. La propuesta de Iceta es que haya una reforma constitucional de corte federal, tal como propone el PSOE desde la declaración de Granada, pero ha abierto la posibilidad a otras opciones si esto no sale adelante. Las mismas fuentes del PSOE andaluz indicaron que es esto lo que les preocupa. "Es como si fuese un derecho a decidir en diferido", explican.

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