Huelva

La Unidad de Valoración Integral evalúa a casi 130 víctimas de la violencia machista

  • El forense, el psicólogo y la trabajadora social de la Uvivg reconocieron a 93 denunciados y 13 niños

Uno de los pilares del Instituto de Medicina Legal (IML) es la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género (Uvivg), activa desde 2005 en toda Andalucía -muchos IML de España todavía no disponen de ellas- y que en Huelva está conformada por un equipo multidisciplinar del que forman parte un médico forense, una trabajadora social y un psicólogo. Su objetivo es elaborar un informe pormenorizado que permita realizar, a instancias de los jueces o los fiscales, la situación real en la que se encuentra la víctima de la violencia machista, las secuelas que padece y el riego. Para ello, la Uvivg realiza una evaluación en profundidad no sólo de la mujer, sino del denunciado y, en ocasiones, hasta "de los menores que puedan haber sido testigos o víctimas de violencia", indica la coordinadora de los IML de Andalucía y directora del Instituto onubense, Carmen Álvarez. "A los niños intentamos en muchos casos no verlos para evitar la victimización secundaria", añade.

Por petición judicial, la Unidad citó para el examen a más de 160 mujeres, de las que aproximadamente el 30% no compareció. En lo que va de año han sido reconocidas finalmente 127 mujeres, 93 presuntos agresores y 13 niños, "datos similares a los de 2013".

Las lesiones físicas son fáciles de valorar, son visibles. Pero cuando las denuncias interpuestas refieren un maltrato habitual, de años, en el que no se perciben daños físicos o en aquellos casos en los que la mujer ha sido agredida físicamente pero no existe parte médico, la Uvivg entra en acción para analizar no sólo las secuelas que esas heridas han dejado en el cuerpo de la víctima, sino los daños psíquicos o psicológicos que padece.

Afirma Álvarez que "todo hecho traumático deja siempre una huella psicológica. Eso es lo que buscamos: su estado psicológico de la mujer y que éste sea compatible con la situación que la señora está relatando". Los expertos de la Uvivg analizan desde la dinámica de pareja hasta esa historia de control (de dominio y sumisión) "que siempre va a dar lugar a secuelas, que puede ir desde una sintomatología ansiosodepresiva a auténticos trastornos depresivos graves".

La directora del IML onubense observa que la víctima de violencia machista "vive durante mucho tiempo una situación que la mantiene siempre en constante estado de alerta", lo que deriva en distorsiones cognitivas, justificación o culpabilización, que "son indicadores de una situación de maltrato".

La evaluación del presunto agresor dilucida "si puede existir un trastorno que lo haga actuar de esa manera, algo que no existe en prácticamente en ninguno de los casos: son personas absolutamente normales que no han actuado por ninguna causa patológica".

El informe de la Uvivg puede ser vital en el procedimiento judicial, porque muchas son las víctimas que acaban retirando la denuncia o que se acogen al derecho a no declarar contra sus maridos.

Un estudio tan profundo detecta también casos de "mujeres que denuncian un hecho que ellas creen que es de violencia de género y al final no es una situación de violencia, sino que puede ser una situación de conflicto de pareja". No obstante, Álvarez deja claro que estas no son denuncias falsas y que éstas, de haberlas, son "muy pocas".

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