La seguridad alimentaria "es uno de los problemas que más preocupa a los ciudadanos y hay que darles una respuesta tranquilizadora". Así lo manifestó ayer el delegado provincial de Salud, José Manuel Pozuelo, en la inauguración de las X Jornadas Provinciales de Seguridad Alimentaria, organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía y la Consejería de Salud. Pozuelo indicó que esta respuesta pasa "por una buena praxis" en la cadena alimentaria.

En la provincia de Huelva hay un cuerpo de inspectores conformado por 84 profesionales, que se ocupan del control de las industrias de ámbito alimentario, un total de 1.235; de establecimientos minoristas, 1.394, y de los que se dedican a la restauración, 2.806. En 2007 se realizaron 10.600 inspecciones en empresas alimentarias y se impusieron unas 350 sanciones por deficiencias en el sistema de autocontrol.

El sistema de autocontrol en las empresas es una herramienta eficaz para asegurar la salubridad de los alimentos. Compuesto por los Planes Generales de Higiene y el Plan de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, está basado en una metodología que ha acabado de imponerse, no sólo por su utilidad técnica sino por ser una exigencia legal en el ámbito europeo.

Las labores de autocontrol de los establecimientos están supervisadas por los inspectores del Servicio Andaluz de Salud, que se encargan de garantizar la seguridad de los alimentos, así como prevenir problemas de salud derivados de su ingesta o mala conservación. Desde la Administración autónoma se insiste en la importancia del cumplimiento del protocolo del sistema de autocontrol. Los inspectores se encargan de velar por el cumplimiento de la normativa pero bajo la premisa de que son las propias empresas las responsables de poner en marcha sus sistemas de autocontrol.

Pozuelo subrayó que "es responsabilidad de todos, administración y empresas, garantizar la seguridad en la cadena alimentaria, desde la adquisición de las materias primas y elaboración de los productos hasta el transporte, distribución, manipulación, venta y consumo de los alimentos".

El delegado provincial de Salud manifestó que "hemos hecho un gran esfuerzo en sacar una guía orientativa para la implantación del sistema de autocontrol". Indicó que se trata de "una guía bastante práctica, con lenguaje sencillo para que las pequeñas y medianas empresas sepan qué deben hacer para mejorar ese autocontrol, es una guía útil para que el empresario pueda dar respuesta de calidad en las prestaciones que realiza".

Apuntó que, "a través de la educación y la información, el ciudadano es consciente de las patologías que se derivan de una mala alimentación o una mala conservación y tratamiento de los alimentos. Enfermedades tales como obesidad, cáncer, patologías coronarias, toxiinfecciones por bacterias o toxinas o enfermedades parasitarias", por lo que subrayó que "hay que dar garantía de seguridad en la cadena alimentaria".

Por su parte, Álvaro González, de la Confederación de Empresarios de Andalucía, que destacó que una de cada cinco empresas "está afectada por la normativa", subrayó que en el campo de la seguridad alimentaria, "se ha conseguido acercar posturas con la administración, concretar en criterios interpretativos, siendo ésta sensible a la realidad empresarial". Apuntó que en el primer documento orientativo "era difícil para los empresarios rellenar el documento". Señaló que atendiendo a las demandas de las empresas, la Junta ha elaborado una guía, "con requisitos simplificados, más sencillos de rellenar". Asimismo, González aseguró que la implicación de las empresas "es cada vez mayor", lo que queda de manifiesto "en la calidad de sus servicios y productos".

El secretario general de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), Rafael Ávila, comentó que lo que se persigue con estos controles "no es la sanción por la sanción sino que las cosas se hagan bien".