Huelva

Saldaña apuesta por el mercado en lugar de las ayudas agrícolas

Sostenibilidad y competitividad, y dentro de ella innovación y concentración de la oferta; esas son las grandes líneas maestras para el futuro del sector agroalimentario según el consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña. El consejero expuso ayer estas pautas durante su participación en el Foro Joly, celebrado en la Casa Colón con el patrocinio de Fertiberia, ante un amplio auditorio al que explicó su apuesta por una política "de mercado", además de la necesidad de dar el salto entre ser productores y empresarios, es decir, entre la mera producción y la comercialización.

El consejero fue claro sobre su preferencia sobre una política de mercado moderna y competitiva. "Si la Unión Europea sigue con la política de ayudas las vamos a usar", aunque empleando esas ayudas preferentemente para mejorar la calidad de la producción mediante innovación e investigación con la finalidad última de la competitividad. Una palabra que fue una constante en su discurso, en el que destacó las fortalezas pero también las debilidades del sector agroalimentario, que junto al agrario supone el 16,5 por ciento del PIB andaluz y un 20 por ciento del empleo industrial. Entre esas debilidades está el pequeño tamaño de las empresas agroalimentarias, el 71,6 por ciento de las cuales tiene menos de 6 trabajadores; frente a ello, apostó por cualquier tipo de "acuerdos, consorcios o fusiones" que ayudan a penetrar en mercados extranjeros y fortalecerse en los nacionales, como los ejemplos protagonizados recientemente por Hojiblanca, Ybarra o Consorcio.

"Somos los mejores productores y los mejores transformadores, pero tenemos que ser los mejores comerciantes", señaló el consejero, en un contexto de concentración de la demanda que coloca en posición de fuerza a las cinco grandes distribuidoras que copan el mercado alimentario en todos los ámbitos, ante la cual los productores deben agruparse para conseguir mejores precios. Además, Pérez Saldaña destacó la identificación con el territorio y el marchamo de calidad con los productos y en este sentido, en el ámbito local de Huelva, apostó por la unión en una sola denominación de origen de las dos organizaciones del sector ibérico existentes hasta ahora en la provincia: la Denominación de Origen Jamón de Huelva y el Consorcio Jabugo, aprovechando para ello el nombre de Jabugo, que "el mundo entero identifica con el producto, si tenemos esa marca, por qué no aprovecharla".

El consejero insistió en la necesidad de concentrar una oferta dispersa que compite además con productos de otros países con menores costes de producción y de producto final. Frente a ello, Saldaña destacó que el futuro agroalimentario no pasa por competir con los commodities, sino por una estrategia de diferenciación basada en la calidad y la innovación, además de por la búsqueda de nuevos mercados para los productos como China, país en crecimiento en el que "hay cien millones de millonarios" y en el que quieren "empresarios andaluces que produzcan allí".

La expansión tiene que basarse además a juicio del consejero en los cambios que se están produciendo en el consumo, que además de productos más elaborados ante la falta de tiempo de las familias y la compra en grandes superficies, pasa por la seguridad alimentaria. A este respecto resaltó la trazabilidad como una característica fundamental para los productos andaluces, al igual que destacó la gran superficie de agricultura ecológica, más de 600.000 hectáreas que suponen más de la mitad de la superficie española de este tipo de producción, siendo España el segundo país de Europa en la misma.

Agricultura ecológica y producción integrada fueron resaltadas por el consejero como fortalezas dentro de la sostenibilidad como segundo eje orientador del futuro agroalimentario de la comunidad. En ella se enmarcaría el próximo acuerdo a adoptar sobre los cultivos de regadío en Doñana, que garantizará el uso de las 4.800 hectáreas de cultivo incluidas en el Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana.

Sobre los cultivos de regadío también se extendió el consejero, recordando que los nuevos cultivos de este tipo no contarán con ayudas europeas y considerando que "tal vez no son necesarias más zonas de regadío" ya que al seguir incrementando la producción se corre el riesgo de saturar el mercado con la consiguiente disminución de los precios de los productos. En cambio, Pérez Saldaña apostó por la transformación y la innovación y consolidar las 900.000 hectáreas de regadío consiguiendo además que un elevado porcentaje de los productos se destine a la industria alimentaria. De ese control se excluirían las hectáreas programadas en la provincia de Huelva para los próximos años, en un sector agrícola que está entrando con fuerza en los mercados pero que también tiene que esforzarse por diversificar la oferta.

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