Huelva

El Rey elogia el desbloqueo y pide "diálogo permanente"

  • Felipe VI alerta a diputados y senadores del "desencanto" ciudadano con la clase política y aboga por que mantengan un "debate constructivo"

  • Podemos le exige neutralidad

Felipe VI -acompañado por la reina Letizia, la Princesa de Asturias y la infanta Leonor- volvió a franquear ayer la Puerta de los Leones del Congreso, dos años y cinco meses después de su proclamación como Rey de España en este mismo escenario el 19 de junio de 2014. Lo hizo para presidir la sesión solemne de apertura de las Cortes de la XII legislatura, pendiente después de un año en el que se han celebrado dos elecciones generales, se han producido dos investiduras fallidas y que ha culminado con la reelección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. No es de extrañar que el Monarca celebrara en su discurso la "generosidad" de anteponer el interés general sobre el partidista para salir del pozo del bloqueo. Ni que Podemos viera en ese pasaje de la alocución del Monarca un guiño a los socialistas.

Para evitar nuevas reediciones de esa crisis institucional que duró diez meses, el Rey pidió a los parlamentarios de la XII Legislatura que practiquen el "diálogo permanente" y el debate "siempre constructivo", en una nueva etapa que ve marcada por la regeneración de la vida democrática y con gran voluntad de progreso.

Escoltados por el Escuadrón de Honor de la Guardia Real, los Reyes y sus hijas llegaron en torno a las doce del mediodía a la Carrera de San Jerónimo en el Rolls Royce de Patrimonio. De un segundo vehículo se bajaron la Princesa de Asturias y la infanta Sofía. Fueron recibidos con vítores del público asistente, saludaron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Fernando García Sánchez, tras lo cual Don Felipe recibió honores militares y pasó revista al Batallón de Honores con cuatro compañías de los Ejércitos de Tierra, Armada, Ejército del Aire y Guardia Civil y escuadra de gastadores.

Los prolegómenos de la solemne apertura de las Cortes se vieron enturbiados por la acalorada discusión en el mismo hemiciclo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con responsables de la Cámara, disconforme con el lugar que a él y a sus compañeros les tocaba ocupar en el salón, donde los escaños se sustituyeron por sillas para dar cabida a los 350 diputados y 265 senadores que conforman las Cortes Generales.

Tras escuchar a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien reivindicó el Parlamento como "principal foro de debate político" para expresar opiniones desde "el debido respeto", el Rey se dirigió a los parlamentarios, ante los que reconoció el "desencanto" que ha creado la falta de acuerdo para la investidura y la eventualidad de una convocatoria de terceras elecciones.

"Es muy importante subrayar que la crisis de gobernabilidad se ha resuelto, finalmente, con diálogo, con responsabilidad y también con generosidad", remarcó el Monarca, el cual hizo además hincapié en que "los intereses generales han estado muy presentes en su solución".

Este pasaje del discurso desató la ira de Podemos. "El jefe de Estado debería haber permanecido más neutral y más independiente respecto a los acuerdos entre partidos", declaró el secretario político de la formación morada, Íñigo Errejón, en declaraciones a Cuatro. A su juicio, el Rey "ha rozado el extralimitarse" con su alusión a que la crisis de gobernabilidad se resolvió "con generosidad", al tener claro que se refería fundamentalmente al PSOE.

Consciente de la fragmentación del Parlamento, el Rey dijo que el pluralismo "requiere de un diálogo permanente y de un debate siempre constructivo", de manera que "la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el entendimiento sean valores permanentes en la vida pública".

Y también recordó a los diputados y senadores -entre los que faltaban los de ERC y EH Bildu- que el camino a seguir viene marcado por la necesidad de impulsar la "cohesión social" y fortalecer el Estado del bienestar, sin olvidar la "regeneración de nuestra vida democrática" y "la regeneración moral de la vida pública". Sin olvidar una mención a la "firmeza" en la lucha contra la corrupción, el jefe del Estado dio todo el valor al respeto a las leyes como "garantía esencial de la democracia" y, a renglón seguido, alertó de que ese diálogo harto mencionado en su discurso debe ser "sincero y leal" e impulsado por "el espíritu fraternal entre todos los españoles".

Tras el discurso llegó el besamanos, en el que los Reyes y sus hijas saludaron a más de 300 electos y autoridades, entre las que fluyó Rita Barberá, la senadora que declara el lunes en el Supremo imputada por blanqueo.

Barberá incomoda al PP La senadora, que declarará el lunes ante el Supremo por blanqueo, se sentó en la bancada del Grupo Popular

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