Huelva

Reivindicación del empresariado como motor de cambio en la crisis

  • Juan Rosell, presidente de la CEOE, reclama un giro en la sociedad para reconocer las bondades del tejido empresarial. Ponce pone como ejemplo a los premiados para los jóvenes.

La salida de la crisis pasa por el empresariado. Y por un cambio en la percepción general de la figura del empresario español. En la patronal lo creen así. Sólo el riesgo, la imaginación, el compromiso y el emprendimiento de estos pueden contribuir a salvar las dificultades actuales. Por eso, nada mejor que un acto de homenaje a patronos locales para reivindicar su aportación a la economía nacional desde la cercanía.

Juan Rosell, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), encabezó ayer en Huelva una firme defensa de sus colegas en la entrega de las Distinciones de Oro por el 35º aniversario de la Federación Onubense de Empresarios (FOE). Felicitó a los condecorados pero no se olvidó de los que no recibieron premios, de los que "hoy en día, pese a las dificultades, siguen estando al pie del cañón, respondiendo con avales y luchando cada día por sus proyectos".

Al tejido empresarial le ha tocado sufrir muy de cerca las consecuencias de una crisis "que a todos nos duele, sobre todo quienes se han visto obligado a cerrar sus empresas y quienes han perdido sus puestos de trabajo". La muestra, en la estadística citada por el propio Rosell: en los últimos tres años han cerrado cerca de 300.000 empresas, del mismo modo que España ha pasado a liderar la destrucción de empleo en Europa después de registrar máximos en creación hasta el tercer trimestre de 2008.

El presidente de la patronal española abogó por "dar un giro radical en la educación del país", a fin de que "la sociedad ponga en valor las empresas y los empresarios, y que se convenza, desde la cuna hasta la tumba, de que es bueno que el país tenga muchas empresas". "Que a los jóvenes -dijo- les apetezca ser empresarios".

El presidente de la FOE, Antonio Ponce, reforzó el discurso de Rosell al recordar el "firme propósito" de su organización desde su creación: "Dar prestigio a la actividad empresarial y hacer que la sociedad en su conjunto asuma y entienda que el empresario garantiza el desarrollo socioeconómico".

"Los empresarios son los aventureros, en el buen sentido del término, de la nueva era. Hay un riesgo pero detrás hay progreso", aseguró Juan Rosell, quien aventuró que "si no nos movemos en la actualidad, no saldremos de esta situación". Por eso pidió a sus colegas acabar con el tradicional inmovilismo conservador y con el miedo al fracaso: "No pasa nada si salen mal las cosas. Hay que levantarse y probar de nuevo. Tenemos que acabar con eso del fracaso".

¿El momento de la salida? Por ahora tardará, según el responsable de la patronal. Hay "números negativos", dijo, que indican que la actual coyuntura económica se prolongará en el tiempo, al menos todo este año. "Ahora sólo pagan impuesto de sociedades un 25% de empresas en España, cuando antes lo normal es que llegaran al 40%. Nosotros queremos pagar, porque eso es señal de beneficios. Y si no hay impuestos, no hay inversión ni estímulos para seguir adelante", explicó Rosell.

Pese a las perspectivas desfavorables, el presidente de la CEOE dejó en Huelva lugar a la esperanza: "Se están haciendo reformas en la buena dirección. Quizá tardarán los resultados pero creemos que llegarán", confesó, apoyándose en el optimismo de "algunos datos que aportan luz": "Llevamos tres años seguidos de crecimiento de las exportaciones; en 2012, del 4%. Ya hay 140.000 empresas que exportan, muchas de ellas, de productos y sectores que antes no salían del país", aseguró.

El acto celebrado en la FOE, con el patrocinio de Holea y Atlantic Copper y la colaboración de la Denominación de Origen Jamón de Huelva, repartió quince galardones que aspiran a ser, según Antonio Ponce, "un referente que anime a nuestros jóvenes a arriesgar y poner en marcha nuevas iniciativas empresariales".

El presidente de la patronal onubense reiteró que los premiados son "un ejemplo de imaginación, determinación y compromiso". "Imaginación para seguir invirtiendo, determinación para seguir avanzando y compromiso con la sociedad y con el desarrollo económico", añadió. Sólo pidió, al igual que hizo Rosell, que esa entrega empresarial se vea correspondida "para que ninguna empresa siga desapareciendo porque aquí no se ofrecen las condiciones necesarias para su desarrollo".

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