Fue una noche de recuerdos. Pero con intención de futuro, de que todos tratemos de hacer mejor las cosas. José Antonio Marín Rite señalaba que sería deseable que no se utilizaran batallas partidistas que a nada conducen; seguramente, recordando lo bien que a él le fue en su dedicación política buscando acuerdos, poniéndose en el lugar del contrario para llegar al mejor convenio cediendo todos un poco.

Los recuerdos se agolpaban puesto que 21 premiados dan para glosar mucho trabajo bien hecho..., y el cariño por las tradiciones y por lo propio. Precisamente a la defensa de lo propio se refirió Mariano Peña, al recordar "que no le daba la gana perder su acento andaluz", cuando le insinuaban que ya era hora, después de tantos años en Madrid, "porque yo soy choquero". El proyecto de un Festival de Teatro volvió a escucharse, aunque ahora como deseo, sin proyecto claro, porque quien lo abanderaba lo perdimos, Carlos Rico. Y el recuerdo de los rosarios de Paulino Díaz Alcaide, y de las actuaciones recuperadoras de lo propio, como los Campanilleros de Riotinto, y de cómo sienta que tu coro Gaudeamus deslumbre en las principales catedrales. Recuerdos...