Huelva

La Química celebra 40 años de crecimiento

  • En 1976 se puso en marcha la primera fábrica en la zona Hoy es el mayor productor del mundo de cumeno La innovación y la seguridad son dos de sus obsesiones

Fue en el año 1976 cuando se puso en marcha la fábrica de metilaminas; dos años después lo hizo la de cumeno y al siguiente la de fenol. Cuarenta años después, la planta química de Cepsa en Palos sigue en plena forma. Nuevos métodos de producción, ensayos permanentes, innovación en todos los procesos que llevan a cabo, una obsesión por la seguridad y el valor que conceden a las ideas, la han hecho imprescindibles en el tejido económico de la provincia y, aunque no nos demos cuenta, en la vida de todos. Desde un producto de limpieza, a nuestro coche, pasando por una aspirina, un insecticida, la encimera de la cocina, un pañal o un perfume son buenos ejemplos de lo que, desde Palos, se exporta a todo el mundo. Son pioneros en la producción de fenol en todo el mundo, así como en cumeno, un producto del benzeno y propileno que sirve para no renunciar a muchos de los elementos de los que disfrutamos a diario.

Un encuentro con los medios de comunicación, probablemente para paliar uno de los aspectos que quieren mejorar más, como es el de la implicación de una sociedad con una industria de la que depende buena parte de su bienestar.

Tampoco se conoce el trabajo que cada uno de esos pasos supone. Junto con el director de la planta, Agustín Bonilla, Carlos Linares, responsable de Operaciones; Carlos Díaz, de la Línea de Negocio Cumeno-Fenol-Acetona; José María Cuadro, de Supply Chain y Niurka Sancho Llerín de Desarrollo e Innovación, destacaron la búsqueda de esta última como uno de los factores que les distinguen.

Valgan dos ejemplos. Junto con la Universidad de Huelva, desarrollan un proceso para reducir la producción de acetona (inevitable y cuya oferta supera a la demanda, lo que hace caer los precios) y potenciar la del más codiciado fenol. En una fase de investigación básica, el proceso busca una producción suficiente como para pasar a la etapa industrial.

Lo que sí está operativo es el denominado Proyecto Reina Sofía, un nuevo sistema en el trasvase de carga de los barcos que sustituye los brazos fijos por un sistema de mangueras. Su resultado, un ahorro del 60% en los tiempos de operación, un 20% en la ocupación de instalaciones portuarias que permite ahorrar hasta 400 toneladas de fuel al año. Alguien pensó una solución simple a un problema complejo y lo encontró; la alternativa era una ampliación del muelle que suponía una inversión de 24 millones de euros. La solución costó 4 y le sirvió para ser la primera empresa energética española en conseguir el oro en los Edisson Awards, entre más de 7.000 sociedades de 20 países. También investigan cómo producir fenol sin color, o un sulfatante para limpieza.

"Cepsa quiere ser líder o al menos pelear por serlo en cada mercado donde opera". Lo hace en casi todo el mundo, tras su apuesta por China como uno de los mercados más que emergentes, así como en Canadá, Brasil o los más cercanos Reino Unido, Holanda o Bélgica. Son 180 personas trabajando a turno y 20 técnicos que tienen en Palos, junto con San Roque en Cádiz, uno de los centros de referencia en todo el mundo.

Más de 100.000 camiones, 800 barcos, 1.000 clientes de 38 países y un valor de producción de 949 millones de euros. Para el responsable máximo de las instalaciones onubenses, "el compromiso de Cepsa es con el crecimiento. Continuar la expansión que iniciamos hace 40 años". Uno de sus secretos es el tener al lado una refinería de la que obtienen una buena parte de la materia prima. Dan trabajo a 3.000 personas, buena parte de ellos onubenses y generan hasta 10.000 entre indirectos e inducidos. Cuarenta años después, quieren seguir creciendo.

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