Huelva

La Policía no descarta que la muerte del indigente sea por una pelea

  • Pedro Martínez tenía un fuerte golpe en la cabeza y otros signos de violencia · El fallecido se reunía con un grupo de personas que también vivían en la calle y que han protagonizado varios altercados

El cuerpo sin vida de Pedro Martínez apareció ayer pasadas las 12.30 horas en la zona de la plaza de la Soledad. Se trata de una persona indigente de 55 años que se dedicaba a vender ramilletes de flores en la calle Concepción, a poco metros de la iglesia que da nombre a este vía de la capital onubense. La brigada de la Policía Judicial no descarta que se trate de una pelea pero mantiene la línea de investigación abierta en varios frentes.

El jefe de Brigada de la Policía Judicial de Huelva, Vicente Barquero, dio ayer algunos datos del suceso que ha sorprendido de alguna manera a parte de la población de la capital. Como prima en casos de muerte violenta la información suele ser mínima para no entorpecer las investigaciones e intentar dar con el autor o autores.

Así, explicó que pasada la medianoche el 091 recibió una llamada de un ciudadano que avisaba de la presencia del cuerpo de un hombre cerca a la avenida de Pablo Rada tendido en el suelo en un estado en el que no se podía diferenciar si estaba vivo o muerto. Inmediatamente la Policía Científica y Judicial se trasladó hasta el lugar y verificó que se trataba de una persona que había fallecido y que presentaba un golpe en la cabeza.

El golpe era contundente pero según ha podido saber este periódico también presenta otros signos de violencia en otras zonas del cuerpo, un extremo que negó el jefe de la Brigada de la Policía Judicial a preguntas de los periodistas.

Pedro Martínez, natural de Ciudad Real, se reunía normalmente en la zona donde apareció muerto con un grupo de indigentes que en varias ocasiones han protagonizado distintos altercados.

Esta circunstancia lleva a la Policía a no descartar que el indigente haya fallecido a consecuencia de una estas peleas que los vecinos del lugar habían denunciado en varias ocasiones por el escándalo que organizaban por la noche.

Pero la Policía Judicial no descarta que la muerte de Pedro Martínez se haya producido por un accidente o golpe fortuito, por lo que por el momento están abiertas todas las hipótesis. Barquero precisó que la Policía tenía conocimiento de estas reuniones en la plaza de la Soledad, donde estas personas se juntan para cobijarse y beber, y que algunas veces ha tenido que intervenir para evitar los altercados. Algunas de estas personas se reúnen allí esporádicamente para dormir y otras lo hace en albergues. En cualquier caso, Barquero explicó que la mayoría de los indigentes eran personas conocidas y controladas por las fuerzas de seguridad.

A la espera de que se conozcan los resultados de la autopsia que se le está practicando al cadáver para determinar las causas de la muerte, la Policía prosigue con las investigaciones. Ayer miembros de la Judicial se desplazaron hasta el lugar de los hechos para registrar pruebas que sirvan para esclarecer los hechos. A esa hora habían desaparecido del lugar indigentes que habitualmente se dan cita allí tanto de día como de noche.

En el lugar tan sólo quedaban las señales de la Policía que restringían el acceso al sitio donde apareció sin vida Pedro Martínez, que residía en Huelva desde hacía unos cuantos años.

Mientras, los investigadores comenzaban a tomar declaración a presuntos testigos que se encontraban en las inmediaciones a la hora del suceso, así como a localizar a otros indigentes que supuestamente participan en las reuniones a las que asistía el fallecido.

Pocos más datos ofreció la Policía que convocó una rueda de prensa ante la demanda de información solicitada por los medios de comunicación nada más trascender la muerte de Martínez, un hombre con un físico maltratado por el tiempo y del que no ha trascendido si tenía alguna causa pendiente o antecedentes con la justicia.

El jefe de la Brigada de la Policía Judicial precisó que en Huelva no se dan muchos de casos de muerte de características a pesar de la víctima del golpe pertenecía a un grupo de exclusión social en el que debido a esta condición son frecuentes las disputas producto en buena parte de las penalidades que sufren.

La Policía considera determinante conocer el resultado de la autopsia para descartar algunas líneas de investigación de las que baraja. Hasta el momento las pistas son escasas, o al menos eso parece, a juzgar por las declaraciones realizadas por Barquero. El mutismo y el recelo entre los colectivos de personas marginadas por la sociedad contribuyen a ello. Aparentemente Pedro Martínez no tenía enemigos para acabar así. Tranquilo, se limita a ofrecer sus ramilletes a los viandantes sin pronunciar palabra. Su muerte no tiene precedente en Huelva, aunque otras personas de su misma condición han perdido la vida en la calle. Eso sí porque se les había terminado el tiempo de resistir y enfrentarse a una existencia no deseada y que a buen seguro no había elegido.

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