Huelva

La Policía Local busca a personas sin hogar para ofrecerles alojamiento

  • La Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja incrementa su servicio, que estos días es diario

  • Los usuarios del centro Puerta Abierta de Cáritas son un 30% más

  • Se amplían las plazas del albergue

Dos usuarios del centro Puerta Abierta de Cáritas reciben un desayuno caliente de manos de voluntarios de Cáritas.

Dos usuarios del centro Puerta Abierta de Cáritas reciben un desayuno caliente de manos de voluntarios de Cáritas.

La ola de frío que ya azota a Huelva -y que llega para quedarse hasta principios de la semana que viene- bajará el mercurio hoy y mañana hasta los dos grados de mínima en la capital y hasta los menos dos y menos tres en municipios de la Sierra como Aracena y Aroche. Ante esta tesitura, ofrecer un cobijo en albergues y proveer de alimentos calientes y de ropa de abrigo a quienes se ven abocados a pernoctar en la calle es, más que una prioridad, un asunto de urgencia.

Porque, a la falta de recursos que padecen las personas sin hogar, así como al aislamiento social, incomprensión y, a veces, xenofobia, ahora se añaden las inclemencias de un tiempo castigador que hiela con su frío. Al raso, y sin un abrigo, cientos de inmigrantes malviven en los asentamientos de Lepe, Mazagón, Palos de la Frontera, Moguer o Lucena, una situación paliada de algún modo por la solidaridad individual o social de personas anónimas y organizaciones sociales que desde sus posibilidades les tienden la mano.

Las administraciones también tratan de poner su granito de arena. Así, en el marco del protocolo que desde hoy ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Huelva, la Policía Local tiene estos días a todos sus agentes operativos para localizar a las personas que viven en la calle para ofrecerles alojamiento a través de los servicios sociales del Consistorio.

Según aseguró ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, Enrique Gaviño, ante el fuerte descenso de las temperaturas se ha activado un dispositivo para que nadie pase estos días durmiendo en la calle, con el consiguiente riesgo que ello implica. Por ello, se han movilizado todos los recursos para atender a las personas que se encuentren en situación de desamparo y ofrecerles unas dependencias municipales.

Como ya se anunció desde la Concejalía de Políticas Sociales, a partir de hoy se activa un protocolo de ampliación de los alojamientos para las personas sin hogar, debido a la bajada de las temperaturas pronosticada por la Agencia Estatal de Meteorología y que afectarán sobre todo a los colectivos más vulnerables de la ciudad.

Así, además de las 15 plazas que se encuentran disponibles en el Centro de Acogida para Transeúntes San Sebastián, ubicado en la calle Periodista Luca de Tena número 9, se va a proceder a la ampliación en seis plazas más a través de otros servicios comunitarios de la ciudad, como es el caso del Albergue Juvenil, situado en la calle Marchena Colombo número 14 de la capital.

Del mismo modo, según anunció la concejala de Políticas Sociales e Igualdad, Alicia Narciso, ante la ola de frío, el Ayuntamiento ha previsto que se amplíe el número de días de alojamiento que se ofrece a las personas sin hogar en el Albergue Municipal, que actualmente es de tres días al mes, pero que, dada la situación, va a poder utilizarse durante todo el tiempo que esté activado el protocolo.

Aunque Cáritas no activa un dispositivo especial, sino que siempre pone en marcha el protocolo de la temporalidad que corresponda, sí adapta su intervención con el colectivo de personas sin hogar y con todas las que trabaja habitualmente según la situación meteorológica. Así, cada invierno activa el protocolo por ola de frío. Sin embargo, ante las circunstancias especiales de estos días, intensificará el trabajo con las personas más vulnerables.

Es el caso, según explicó ayer la responsable de intervención social de Cáritas, Elena Pavón, de la Unidad de Emergencia Social. Este equipo que realiza salidas en invierno y en verano (todas las semanas del año) los lunes, miércoles y viernes, esta semana trabaja a diario y visita a las personas que están en la calle, al objeto de conocer sus necesidades y de realizar las derivaciones oportunas si se entiende que hay emergencias a las que dar respuesta. Una treintena de personas forman parte de esta unidad, que se afana por que los más necesitados sientan que puedan contar con alguien que les echa una mano.

Pavón explica que, en el caso de los asentamientos, un centenar de voluntarios acude y realiza intervenciones durante todo el año, al tiempo que hace recomendaciones a los sin techo, a quienes entregan ropa de abrigo, comida y bebida reparadora (como caldo, leche caliente e infusiones), mantas o ropa térmica.

Según señaló, se realiza un seguimiento de estas personas para ver en qué situaciones se encuentran o si están enfermos, por si hay que derivarlos a un centro especializado. Se les ofrece, además, la opción de pasar la noche bajo techo, para lo que se realizan las derivaciones oportunas en coordinación con los Servicios Sociales y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Para las personas mayores, además, Cruz Roja activa cada año la campaña ola de frío, en la que, a través del teléfono, informa a los usuarios para que ajusten sus comportamientos y conductas a las bajas temperaturas. Se trata de un trabajo continuo que se realiza cada año y del que se encargan unas 90 personas.

Tanto el frío como el fin de la campaña de la aceituna en Jaén -y el inicio de la fresera en Huelva- ha provocado un notable incremento, del 30%, en los usuarios del centro Puerta Abierta de Cáritas. Según apuntó su responsable, Josema Gómez, los 30 voluntarios y dos contratados que trabajan en este centro redoblan esfuerzos para atender a todos los usuarios, que este invierno pasan más tiempo en el mismo. "Notamos que la gente viene y se queda, de modo que se toman el café o se duchan y pasan la mañana o la tarde aquí. Si antes venían unas 50 personas, estos días acuden 80 o 90", señala.

La dinámica de los voluntarios de la ONG, que tampoco ha activado un protocolo o dispositivo especial por la ola de frío, es la misma de siempre en la calle y en los asentamientos, aunque en momentos como este, puntuales, llevan mantas o ropa de abrigo a las personas sin hogar. Sin embargo, Cáritas pretende que los necesitados acudan a su centro, donde pueden asearse, tomar un desayuno y ser objeto de un seguimiento más pormenorizado por parte de sus profesionales.

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