La dirección de Nilefos, empresa situada en la Avenida Francisco Montenegro de Huelva, ha presentado ante la Delegación de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Huelva el plan de viabilidad al que se comprometió tras presentar el pasado 11 de febrero un expediente de extinción de contratos de toda su plantilla que después retiró para recuperar la actividad.

El presidente del comité de empresa de Nilefos, José Pérez, consideró que este plan "es viable" y que se encuentra "pendiente de ser evaluado por la Junta para determinar las posibles ayudas o incentivos a los que pueda acogerse", si bien especificó que, de momento, "no se contempla ningún recorte de la plantilla".

Aunque mostró la "satisfacción" de los trabajadores por este plan que "tiene muchas perspectivas", supeditó la continuidad de la empresa a que se dé una solución a la situación de Fertiberia, para la que la Dirección General de Costas ha fijado el cese de los depósitos de fosfoyesos en las Marismas de Mendaña en 2011, lo que conllevaría el fin de la actividad actual.

Según Pérez, esto significa que, a su vez, la actividad de Nilefos "no sería posible", ya que se sustenta en el ácido que le suministra Fertiberia, razón por la cual la plantilla de Nilefos se unirá, al igual que hará Foret porque su actividad también está relacionada, a las acciones de protesta que iniciaron hoy los trabajadores de Fertiberia reclamando "una solución global al problema y la continuidad de la actividad industrial".

La presentación de este plan de viabilidad se produce después de la reunión que la dirección de la empresa mantuvo el pasado 12 de mayo con los sindicatos UGT y CCOO, que le instaron a "ponerse las pilas" y "concretar" las líneas estratégicas de futuro de esta empresa del Polo Químico de Huelva.

Los sindicatos consideraban que la empresa "tiene que concretar las líneas estratégicas de futuro, que deben pasar por tratar de cerrar contratos a largo plazo con los clientes, ante el temor de un fuerte desabastecimiento en los mercados del TPPP a nivel mundial, motivado por el incremento del consumo, la retirada de los productores chinos y la disminución de producción de Nilefos".

En este sentido, UGT y CCOO apostaron por "evitar a los consumidores una escalada incontrolada del precio de un producto básico para la cesta de la compra, como es el de los detergentes"; tras lo que también exigieron a la empresa la "reconversión del resto de las instalaciones hacia otros productos más rentables o viables y que en el mercado no están suficientemente atendidos, al haber o preverse, en el corto y medio plazo, más demanda que oferta existente".