Se cumplen tres semanas desde que la pequeña Mari Luz Cortés desapareció cuando iba a comprar chucherías al kiosco junto a su casa en la barriada de El Torrejón. Y a pesar de ofrecer la recompensa de 150.000 euros para quien diese la pista definitiva que llevase a la Policía hasta la pequeña, la familia de Mari Luz Cortés aún se encontraba ayer "a la espera de que alguien llame y aporte un dato más concreto para poder saber qué pasó el día de la desaparición de la niña".

La Policía sigue buscando las piezas que completen el puzzle en el que por ahora la pieza clave aparentemente la dio un testigo localizado por Huelva Información, que afirmó haber visto como tres personas se llevaban a la pequeña en una furgoneta blanca, a plena luz del día y con la presencia de numerosas personas en la avenida de las Flores, lugar donde supuestamente se produjo el secuestro de la pequeña.

Esa presencia de otras personas es la que ahora centra las peticiones de la familia de la pequeña, que trata de conseguir que algún vecino o persona que estuviese en El Torrejón aquel día explique lo que vio a la Policía. En este sentido, los familiares intentan confirmar los rumores que le llegan sobre posibles personas que estaban en la calle en el momento de la desaparición de la niña y prosiguen la búsqueda llegando incluso a Portugal, hasta donde se desplazaron ayer los abuelos de la pequeña.

Mientras tanto, la labor de la Policía sigue "con todas las líneas de trabajo abiertas", al no haber recibido llamadas fiables que hayan podido cambiar en algo el curso de la investigación. En paralelo, prosiguen las labores de búsqueda de los efectivos de la Policía Nacional, aunque de forma selectiva, hacia donde la investigación las va dirigiendo.

También los familiares, vecinos y voluntarios de diferentes partes de la ciudad siguen realizando las batidas de búsqueda en diferentes puntos de la provincia. En la jornada de ayer se dieron cita numerosas personas con quads, caballos y motocicletas, que estuvieron rastreando la zona de pinar que discurre entre Aljaraque y Cartaya, así como el entorno de Lucena del Puerto, Moguer, Palos y San Juan del Puerto. Para hoy se ha preparado otra batida de voluntarios, que, según explica su coordinadora, también está dirigida por la Policía, es decir, que rastrean aquellas zonas que los agentes encargados del caso consideran pertinentes.