12 de octubre

Huelva se manifestó hace 100 años por la jornada de la Fiesta Nacional

En la provincia de Huelva se vive de manera muy especial todo lo colombino; tanto está inoculado el sentimiento iberoamericano que cualquier año se pueden ver esas muestras de cercanía, de fiesta y de compromiso. Hay dos fechas en torno a las cuales ese sentimiento toma cuerpo especial. El 3 de agosto es fiesta grande para los pueblos marineros de la costa onubense. El día 12 de octubre es la gran fiesta universal que une a todos los pueblos iberoamericanos, a la que es difícil desposeer del timbre de Día de la Hispanidad. Una fiesta menos celebrada en Huelva, pero no menos importante que la del 3 de agosto y es más, una fiesta protagonizada desde su implantación. Primero por su promulgación en La Rábida, en 1892, y luego por la reivindicación que se realiza de la misma hace ahora cien años.

A principios del siglo XX fue la Unión Ibero-Americana la que defiende el carácter de Fiesta Nacional, reivindicando el Real decreto firmado por la Reina Regente María Cristina en La Rábida, en 1892, durante las celebraciones del IV Centenario que declara "perpetuamente Fiesta Nacional el día 12 de octubre, en conmemoración del Descubrimiento de América".

Huelva volverá a estar en primera línea en su sentimiento colombino y se hace bandera para reclamar ese día de Fiesta Nacional diluido posteriormente en el tiempo. En la primera década del siglo XX se lamenta que sólo aquí se haya venido celebrando la fiesta del 12 de Octubre, así lo recoge La Provincia en esa misma fecha de 1915.

Es cuando se alzan voces de distintos lugares para favorecer esta conmemoración que viene calando en Iberoamérica, con muchos nombres como el Día de Colón o de la Raza. En 1913 Faustino Rodríguez Sampedro propugna en la Unión Ibero-Americana unirlo todo con el nombre de Fiesta de la Raza. El objetivo no es otro que exaltar el sentimiento americanista, que el 12 de Octubre sea punto de unión. Ese aire popular queda ahí. Huelva seguirá reivindicando el 12 de Octubre, habrá actos solemnes, académicos en La Rábida y festivos en el Teatro Mora. En esta exaltación de identidad, en 1916, da nombre colombino a un espacio a orillas del puerto que va a convertirse en plaza. Será la del 12 de Octubre, besando el agua marinera de la ría del Odiel.

Conscientes de que todavía hacen falta más esfuerzos, sorprende al siguiente año, en 1917, con una manifestación en la calle para exigir la declaración efectiva de Fiesta Nacional en el 12 de Octubre. La comitiva parte el mismo día 12 desde el Ayuntamiento, en la calle Puerto, y va hacia el Gobierno Civil, en la calle Palacio. Huelva se moviliza ante un sentimiento colombino que no se muestra en ningún otro lugar. En una manifestación multitudinaria sin precedentes participa toda la ciudad, colegios, autoridades, la Sociedad Colombina, el Ayuntamiento bajo mazas y el pendón de la ciudad; concluye con una fiesta en la Plaza de las Monjas. Previamente el gobernador civil recibió al alcalde ofreciendo su colaboración para hacer realidad la demanda.

¿Fue la clave que Huelva se echara a la calle? Lo cierto es que unido a la corriente desatada, tiene respuesta en 1918 con el decreto del Rey Alfonso XIII, "se declara Fiesta Nacional, con la denominación de Fiesta de la raza, el día 12 de Octubre de cada año".

Aquel año de 1918, desgraciadamente, la pandemia de gripe en España impide una celebración multitudinaria como se deseaba, todo quedó suspendido. Un esfuerzo que se ve recompensado al siguiente año cuando a partir de entonces convierte aquella manifestación primera en una procesión cívica de exaltación iberoamericana que, partiendo del Ayuntamiento, llega ahora hasta la Plaza 12 de Octubre, que se convierte en emblema y centro neurálgico americanista. Hasta Huelva había llegado el ministro de Marina, el almirante Flores. Un acontecimiento más se sumará a esta corriente colombina. El diputado a Cortes Antonio Mora Claros, hace posible con su gestión ante el ministro que los franciscanos vuelvan a La Rábida. La vida renueva su latir en el viejo convento; la sangre colombina vuelve a correr hasta nuestros días. Esto ocurre en 1920, el mismo año que en el santuario de la Cinta se representa la invocación de Cristóbal Colón en un magnífico azulejo de Zuloaga, ciertamente se podría pensar que estaría unido a ese enaltecido sentimiento colombino de la reivindicación del Día de la Hispanidad.

El esfuerzo mereció la pena y nada más que Huelva podía conseguirlo. Una fiesta que llamada de La Raza quiso vestirse desde los años veinte con otra grandeza y fue a partir de 1935 cuando es nombrada Día de la Hispanidad; reafirmado en 1958, unido por decreto el 12 de Octubre a la Fiesta Nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad. Así la reconoció la Democracia hasta que en 1987 se le despoja del apelativo de Día de la Hispanidad.

La Fiesta del 12 de Octubre se mantendrá así hasta nuestros días gracias, entre otras cosas, al esfuerzo y reivindicación que desde Huelva se hizo hace 100 años. Otra cuestión de debate paralelo es el cambio de la denominación del Día de la Raza por el de la Hispanidad. Es significativo en ello las aportaciones del sacerdote Zacarías de Vizcarra que, en 1926, habla de sustituirlo por Hispanidad, un término ya utilizado por otros personajes como el propio Miguel de Unamuno, en 1906. Lo cierto es que quien le da un gran impulso no es otro que Ramiro de Maeztu, quien reivindica en un artículo publicado el 15 de diciembre de 1931 en Acción Española, que "el 12 de Octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad". De esta forma se celebra en Madrid en 1935 y así se le seguirá denominando incluso tras la Guerra Civil, será por decreto de la presidencia del Gobierno, de 9 de enero de 1958, cuando queda reconocido de manera oficial: "El 12 de Octubre será Fiesta Nacional, bajo el nombre de la Hispanidad". Así hasta que el real decreto de 1987 elimina la denominación de Día de la Hispanidad. Sólo justifica la fecha elegida que "simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos". Así, de un plumazo, ni se hace referencia a la llegada a un Nuevo Mundo.

Hoy es el día de la Guardia Civil, de la Virgen del Pilar, e incluso de la construcción de una nueva España "con la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía", como reza el citado decreto.

Lo que no controlan los estamentos oficiales es que las fiestas las marcan los pueblos, que son baluartes de su historia y esta conmemoración sin el sobrenombre de Día de la Hispanidad no es nada. Así es para la inmensa mayoría de los onubenses en su sentimiento iberoamericano, de encuentro entre dos mundos, porque le reafirma en su identidad y recuerda que la mano está tendida para siempre con América, por eso seguirá siendo en el sentimiento colectivo el Día de la Hispanidad.

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