Obreros de esta fábrica desmenuzan poco a poco su increíble presentación, fuerza, armonía y afinación, un trabajo muy bien realizado. La segunda es de una las mejores que he escuchado. Pasodobles con fuerza y melodía y unas letras para realzarlos.

Cuplés con chiste y empezando con una historia, dándole el giro y chiste final. Muy bien construido.

El popurrí es una auténtica fábrica de hacer corazones, mensaje precioso el que nos traen, el mundo podría ser muchísimo mejor. Destacar por encima de todo la magnífica percusión que acompaña al grupo, dándole empaque.