Las químicas ya tienen presidente para los dos próximos años. La Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva (AIQB) reeligió ayer a Gerardo Rojas, actual cabeza visible de la entidad, como presidente de la Asociación.

Rojas prorrogará dos años el mandato que comenzó en julio de 2006, después de que la asamblea general de la Asociación diera ayer luz verde a su nombramiento por unanimidad. De esta forma se cumple con lo marcado en los estatutos de la entidad, que contemplan un periodo de dos años para la renovación del cargo de presidente. Tras haber transcurrido ese plazo y sin haberse presentado ninguna candidatura alternativa, Gerardo Rojas obtenía ayer el respaldo unánime de los representantes de las quince compañías que conforman la AIQB, todos con voz y voto pero con diferente peso en la asamblea.

De esta manera, Gerardo Rojas inicia mañana el que será su tercer mandato al frente de la patronal química. En un primer periodo (1986-1990), Rojas fue gerente de la Asociación, mientras que ocupó la presidencia de la misma entre 1997 y 1999 en representación de Tioxide, compañía de la que fue consejero delegado hasta diciembre de 2005. A partir de julio de 2006, fue contratado como presidente de la AIQB, contrato que se prolongará durante dos años más.

El presidente de la AIQB se enfrenta de nuevo a dos años de retos. Durante su presidencia de AIQB, Rojas ha sido la cabeza visible de la química en un momento convulso, en el que se ha vivido el final del caso Endesa, la sentencia contra los depósitos de fosfoyesos, la crisis de Nilefos o una continua renovación de la legislación química y medioambiental, con la elaboración del reglamento Reach o la puesta en marcha de la Ley de prevención y control integrados de la contaminación. Para los próximos dos años, el presidente considera que "será un reto seguir asimilando los cambios legislativos y los progresivos aumentos del coste de la energía y de las materias primas". En una coyuntura económica internacional de desaceleración o crisis, las químicas onubenses también temen que la retracción del consumo se traslade a la industria de cabecera, frente a lo que se intentará mantener el volumen de producción "afinando mucho nuestros costes".

Éste sería el mayor reto en un contexto general, mientras que en lo particular la industria onubense afronta "reducciones de actividad en un sector y ampliaciones en otro", como el final planteado para Fertiberia y la ampliación de Cepsa. En este marco, la Asociación de Industrias Químicas se marca dos retos para los próximos años: "Contribuir a la sostenibilidad de los negocios y la actividad industrial" y seguir trabajando en "la comunicación y la interacción con las instituciones, los colectivos sociales y la ciudadanía", una línea de apertura a la sociedad que supondría la continuidad de un trabajo iniciado, ahora con "acciones más específicas".