Huelva

Fecons presenta un proyecto para erradicar el chabolismo en 2020

  • El 94% de los inmigrantes que viven en chabolas quieren salir de ellas y ocupar una vivienda

  • Solo en Lepe viven más de 1.100 personas de forma estable en los distintos campamentos

Cada vez que hay un incendio en alguno de los asentamientos chabolistas que salpican la geografía onubense se produce los días inmediatamente posteriores reacciones por parte de las distintas administraciones llamando a la unidad de todos para erradicar esta lacra. Pero lo cierto es que los asentamientos llevan ya formando parte del paisaje de municipios como Lepe, Palos de la Frontera o Moguer bastante más de una década, sin que por el momento parezca que nadie quiera coger la sartén por el mango para erradicar el problema definitivamente.

El incendio que el martes de esta semana arrasó casi 200 chabolas en uno de los asentamientos más poblados de la provincia, el que está situado junto al cementerio municipal de Lepe, y que sin duda ha sido el peor de los ocho contabilizados en ese mismo lugar en los dos últimos años, ha provocado las mismas reacciones de siempre a lo largo de toda esta semana. No obstante, y de forma casual ya que el acto celebrado en la tarde de ayer jueves en Lepe ya estaba programado antes del siniestro, la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons), se ha propuesto erradicar el chabolismo en dicha localidad costera antes del año 2020.

Algunas personas llevan cuatro años viviendo en estas condiciones

Para ello dicha ONG presentó ayer en Lepe un proyecto bajo el nombre Agenda 2020. Erradicación del chabolismo en Lepe. Estrategia para la intervención, que tiene por objeto la puesta en marcha de actuaciones para trazar y desarrollar un programa integral de erradicación del chabolismo, que de manera gradual y sostenible evite su reproducción. La Agenda 2020, por tanto, "está pensada y diseñada para aunar de manera planificada esfuerzos, voluntades y recursos de todos los sectores, ámbitos y administraciones" según señaló el presidente de Fecons, Marius Nsadap.

Dicho proyecto está coordinado por la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons), y en el mismo colaboran el Ayuntamiento de Lepe; la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía; la Asociación de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad (Asnuci); Huelva Acoge; el Centro de Salud de Lepe y los Equipos de Atención al Inmigrante (Edati) de la Guardia Civil en dicha localidad costera.

Para la puesta en marcha del proyecto se ha realizado previamente un estudio sobre los asentamientos en Lepe, para el que se han realizado entrevistas a "prácticamente todas" las personas que viven en los asentamientos de la localidad, y con el que se ha pretendido "derribar algunos de los principales mitos que rodean el fenómeno chabolista en la localidad y que se demuestran ahora totalmente falsos".

Y es que dicho estudio revela, por ejemplo, que el 94% de los inmigrantes que viven en chabolas en Lepe quieren salir de ellas y ocupar una vivienda, frente a la creencia generalizada en la zona de que los chabolistas están en los asentamientos porque quieren.

El estudio también pone de manifiesto que solo en Lepe viven más de 1.100 personas de forma estable en los distintos asentamientos que se reparten por el municipio, procedentes de distintos puntos de España y de otros países como Argelia, Bulgaria, Gambia, Ghana, Guinea Konacry, Guinea, Mali, Marruecos, Mauritania, Portugal y Senegal.

De esta forma el estudio traza un mapa de la situación de unas personas que, en algunos casos, llevan cuatro años viviendo en esa situación, además de que "la crisis llevó a las chabolas a gente que vivía de manera normalizada en el pueblo".

El trabajo tiene su base en 2014, cuando, con el apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil e instituciones locales y regionales, Fecons promovió, en el marco de la campaña Juntos somos, la firma y puesta en marcha en Huelva de un Acuerdo Político por la Inclusión y el Desarrollo Local.

Otro de los mitos que se derriban con el estudio se centra en el hecho hipotético de que los asentados tienen ingresos suficientes para vivir dignamente, pero prefieren no gastar nada en el pueblo y mandar todo a sus países de origen. En este sentido concluye que el 55% gana un promedio de 4,10 euros al día y alcanzan unos ingresos de 125 euros al mes durante el año, y el 25% sobrevive con 1,36 euros diarios y 41,66 euros mensuales, mientras que un 10% alcanza los 12,32 euros al día y los 375 al mes.

Frente a esto, el 52% de ellos planea vivir en Lepe, un 24% desea retornar a su país en condiciones de dignidad y productividad, y un 23% manifiesta tener un piso alquilado en otra ciudad y vivir en asentamientos sólo cuando está en Lepe con motivo de la campaña agrícola.

Otros datos revelan que un 40% de los asentados están dispuestos a pagar por el alquiler de un alojamiento entre 70 y 150 euros al mes; un 43% no contaría con la totalidad de los medios necesarios para sufragar dicho gasto, alcanzando un máximo de aportación de 60 euros mensuales, y solo un 17% no podría ni siquiera ofrecer un pago simbólico porque no tienen documentos y no han trabajado ni un mes al año.

También se pone de manifiesto que un 43% de ellos tienen en los asentamientos de Lepe su estancia de manera permanente, un 40% lleva viviendo en Lepe más de 4 años y un 12% más de 10 años y hasta un máximo de 26 años.

Otro mito que derriba el estudio es la creencia generalizada de que los asentados son en su mayoría personas indocumentadas, y por tanto están en situación irregular en nuestro país, cuando en realidad el 74% se encuentra en situación administrativa regularizada.

Sobre la posibilidad de que los vecinos autóctonos pudiesen rechazar que alquilen viviendas y se establezcan en el pueblo, un 91% manifiesta no haber sufrido agresiones por el hecho de vivir en chabolas, además de que la población migrante que reside en el pueblo se halla dispersa en todo el territorio y no forman guetos, mientras que "el sutil racismo que niega el alquiler a migrantes poniendo como excusa el impago, no conocerlos o los posibles daños a la propiedad, puede abordarse desde medidas y recursos existentes que los desmontan".

Con todo, la fundación considera indispensable "el respaldo político de alto nivel" para sacar adelante el documento de forma práctica, así como la "apropiación del gobierno local, que debe ser el principal actor, haciendo prevalecer las prioridades del gobierno".

A raíz de éstas y otras conclusiones, Fecons aportará próximamente una serie de recomendaciones y estrategias a desarrollar, aunando esfuerzos entre los diferentes actores, teniendo como premisa la articulación de cuatro aspectos fundamentales: el trabajo, la vivienda, la integración y la flexibilización en la tramitación de contratos y permisos.

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