Huelva

"Doy mi vida por estar dos minutos con mi hijo"

  • Los padres de Iván Durán buscan en Huelva a su hijo desaparecido hace seis meses

Juan Durán en un hostal de San Juan del Puerto donde se aloja estos días con su familia.

Juan Durán en un hostal de San Juan del Puerto donde se aloja estos días con su familia. / Josué correa

Tal es la desesperación de la familia de Iván Durán, desaparecido el pasado 25 de agosto en Baiona (Pontevedra), que su padre Juan está dispuesto a dar la vida por su hijo. Sus padres y su hermana se han trasladado hasta Huelva donde, al parecer, han visto por última vez a Iván y donde esperan dar con su paradero.

"Si me dan a elegir daría mi vida por estar dos minutos con él". Así de contundente se expresaba ayer a este diario Juan Durán, porque asegura que su vida sin él no tiene sentido, que vive para encontrar a su hijo.

La familia del joven reclama que su búsqueda sea declarada de alto riesgo

Juan no tiene ni la más remota idea de por qué su hijo abandonó su casa y su familia sin avisar. "Es la mejor persona del mundo, el mejor hijo y aparte es mi mejor amigo, nunca hubo ningún problema con él en casa, ni con nosotros ni con el resto de nuestros familiares. Es la pieza de la familia más querida", asegura Durán apesadumbrado.

Iván, de 30 años, estudió hasta los 28 años e hizo dos ciclos superiores de frío industrial y electricidad, además de cursos de mantenimiento. El último año fue un poco duro para él, porque hubo una oposición en la Xunta de Galicia y no logró el puesto de trabajo. "Era por méritos y con todas las titulaciones que tenía, la plaza debía ser suya". Ese mismo año falleció su abuelo paterno, al que estaba muy unido. Padre e hijo decidieron montar un pequeño negocio de frío, calderas y electricidad, porque "cuenta con topo tipo de carnés de industria". En esas labores estaba cuando hace seis meses desapareció sin dejar rastro mientras veraneaba con sus padres en una casa que tienen en Baiona.

La vida social de Iván "no era muy intensa, ya que es una persona introvertida, muy comedida y poco habladora". Más que nada se relacionaba a través de internet, de ahí la posibilidad de que haya podido conocer a alguien a través de las redes sociales y decidido marcharse, apunta su padre, que no descarta que haya podido contactar y haber sido captado con alguna secta.

La familia de Iván Durán al completo se ha desplazado hasta Huelva tras recibir una llamada telefónica de una dependienta de Decathlon diciendo que había visto a su hijo en el establecimiento (situado en el parque Huelva Empresarial) el pasado martes por la mañana, a raíz de difundir y ver por televisión las imágenes del desaparecido.

Según Juan, la dependienta aseguró que había visto a Iván en la tienda entrar y salir, y que no compró nada, tras lo cual dio el aviso a la Policía y después se puso en contacto con la familia. "Lo vio como muy triste, como perdido, con algún problema psíquico, y que esa noche no pudo dormir", relata. Nada más recibir la llamada, el viernes cogieron el coche y se vinieron a Huelva desde Vigo, él y su esposa, y madre del desaparecido, además de su hermana y su cuñado desde Madrid.

No es la primera vez que la familia tiene una pista de su paradero, o supuesto paradero, desde que desapareció. Con anterioridad recibieron una alerta que lo situaban en el Algarve portugués, en concreto en Albufeira, y otra desde la zona de Málaga.

Sus padres se han desplazado hasta Albufeira en cuatro ocasiones para "patear" todo el Algarve y parte del Alentejo. Con los últimos 1.000 kilómetros, ya han recorrido 29.000 intentado dar con el paradero de su hijo. Pueblo por pueblo, hablando con la Guardia Nacional Republicana, dejando carteles por todos los rincones, con la Policía portuguesa, bomberos voluntarios, gorrilas y hasta en un barrio marginal donde abunda la droga. Una de las pistas les conducía hasta allí, porque supuestamente habían visto a Iván con una mujer drogadicta. El desaparecido ni fuma ni bebe.

La falta de colaboración de la justicia y las fuerzas de seguridad del Estado en su búsqueda está matando a Juan Durán. Nula colaboración, porque las autoridades consideran que se trata de una marcha voluntaria, a pesar de que se fue sin documentación, sin dinero, sin móvil y con lo puesto. Iván sufrió en la adolescencia una depresión que requirió tratamiento psicológico y psiquiátrico. Un informe médico no descarta que haya podido sufrir de nuevo un brote psicótico, pero la jueza instructora y el fiscal rechazan "considerar que la marcha del joven tenga una relación directa con su estado psicológico".

Desde el primer momento de su desaparición, sus padres hicieron hincapié en que constara en la denuncia de la Guardia Civil y del juzgado esa posibilidad y, en su opinión el fiscal tenía que haber actuado de oficio y solicitar el informe médico para la catalogación de la desaparición, porque de haber desarrollado de nuevo un brote psicótico el caso pasaría a ser una búsqueda de alto riesgo y los cuerpos y fuerzas de seguridad debería "estar buscando a una persona vulnerable y no a un hombre de 30 años y de dos metros de altura".

La petición del informe médico sobre el estado psíquico de Iván les ha sido denegada "incomprensiblemente" y por "falta de sensibilidad", si bien la familia ha presentado un recurso a la Audiencia Provincial de Pontevedra, que el próximo 2 de marzo va a deliberar sobre la conveniencia de solicitar el mencionado informe.

La familia de Iván considera que la justicia les ha abandonado y que solo se han contado en la búsqueda del desaparecido con la buena voluntad individual de algún policía, amigos y allegados, mientras que para el caso de Diana Quer se han utilizado todos los medios, denuncia, incluidos perro rastreadores. Juan contrató incluso un dron para dar con el paradero su hijo.

En su búsqueda particular, los padres del desaparecido continuaron ayer con su propia investigación en la zona del Decathlon. A última hora de ayer también se relacionaba la aparición de un cadáver en Baiona con el cuerpo de Iván Durán.

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