aromasysabores

Día Europeo del Enoturismo

  • Hoy es el Día Mundial del Enoturismo, una forma de conocer el paisaje y la cultura de nuestros pueblos y comarcas de la forma más divertida

Partiendo de la definición que el Diccionario de la Real Academia recoge del término turismo, podemos definir el enoturismo como la actividad o el hecho de viajar por el placer de adentrarse en el conocimiento del mundo del vino; está estrechamente ligado al turismo rural, aunque no se desvincula del turismo urbano y no deja de ser turismo cultural entendido en sentido amplio. ¿Qué se hace cuando se practica enoturismo? La verdad es que muchas cosas, y no todas debemos vincularlas necesariamente al vino... A fin de cuentas hablamos de un estilo de turismo de calidad, en medios rurales y con un hilo conductor en las actividades: el gusto por las cosas buenas (que no caras necesariamente) y lo que nos ofrece la tierra y transforma el hombre. En los municipios con historia, cultura y tradición del vino, el enoturismo es muy importante como valor social, así como una nada desdeñable fuente de rendimiento económico. Con la gastronomía, donde no sólo es necesario empresarios de alta cocina sino también el Menú del Día, de forma digna y con un buen trato al público. También hay que destacar que impulsa otros sectores vitales para el dinamismo territorial como son los alojamientos y los comercios, muy receptivos a la hora de comercializar el destino.

En el enoturismo no hay que olvidar la parte cultural vinculada a las particularidades de cada zona, destacando la necesidad de que la sociedad local esté orgullosa de su patrimonio y de su historia para que lo pueda cuidar eficientemente. La identificación de las bodegas con los propietarios también dignifica este bello patrimonio del vino, realizado por personas a las que debe reconocerse su esfuerzo y dedicación.

El enoturismo abarca, por tanto, una serie de experiencias y posibilidades que pueden complementar nuestra agenda de ocio… Y que para algunos es, incluso, el motivo principal del viaje.

Su progresión en las últimas décadas es un hecho suficientemente contrastado, teniendo un gran auge al otro lado del Atlántico, en la inspiradora Italia o en la hermosa Francia. También a este lado de los Pirineos el fenómeno crece y se multiplica, demostrando el éxito de una industria basada en el binomio ocio-negocio. Y triunfa porque aúna algunos de los más nobles intereses del hombre: su afán por aprender, su tendencia a recuperar la consciencia de los ciclos de la naturaleza, o a buscar la esencia de la cultura a través de la recuperación de sus tradiciones. Además, el triunfo puede considerarse casi perfecto pues se logra beneficiando al territorio donde se desarrolla. Así, campos secos y pedregosos ven crecer las vides en hileras ordenadas, llenándolos de verdor; y las gentes permanecen ligadas a su terruño, incluso los más jóvenes.

El viajero, inmerso en la sociedad de la información, no busca convertirse en un procesador de datos infinito y termina agradeciendo más el consejo de un amigo, esa revelación transmitida de boca a oreja. Al final, no le seduce tanto el despliegue virtual que acompaña una operación de marketing de una bodega, un hotel o un restaurante, como la emoción que una persona es capaz de transmitirle sobre su propia experiencia al pasear por un viñedo centenario, al escuchar el rumor del agua en la habitación de un hotel construido sobre un viejo molino o el placer de comer alimentos exquisitos que nos recuerdan los sabores de la niñez.

Cada año aumenta el número de territorios que se adhieren a la celebración del Día Europeo del Enoturismo. En esta edición se pretende además destacar el consumo responsable de vino, en cooperación con el programa europeo Wine in Moderation (www.wineinmoderation.eu), asociación sin ánimo de lucro fundada en 2011 por el sector vitivinícola europeo que tiene como objetivo garantizar un patrón de consumo de vino responsable y moderado como norma social y cultural.

El Día Europeo del Enoturismo fue establecido en 2009 por la Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin) y se celebra anualmente el segundo domingo de noviembre. En torno a este día cada ciudad o Ruta del Vino organiza sus propios programas con actividades diversas como conferencias, conciertos, visitas a bodegas y a los viñedos, catas de vino y gastronomía, exposiciones, entre muchas otras iniciativas.

En la provincia de Granada, la Ruta de los Vinos de Granada (www.rutadelosvinosdegranada.com) propone durante todo el año, desde enoturismo urbano -con recorrido por tabernas degustando vinos de nuestra provincia- hasta senderismo entre viñedos, visitas a bodegas y eventos especiales.

Recevin cuenta con las Asociaciones Nacionales de Ciudades del Vino de España (Acevin), Italia (Cittá del Vino) y Portugal (AMPV) y de varias ciudades miembros en países como Austria, Bulgaria, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Portugal y Serbia, lo que supone su presencia en más de 700 ciudades en toda Europa.

Granada no pertenece a Acevin, aunque la provincia es una de las zonas más privilegiadas para desarrollar este tipo de turismo: si a la montaña -con la estación de esquí más grande de España-, la playa -con su clima y cultivos tropicales-, una ciudad de historia milenaria con el monumento más visitado de España, y zonas de interés turístico rural como La Alpujarra o el Marquesado, con sus cuevas y su topografía de película, le unimos la belleza de nuestro viñedo (el más alto de Europa, aún más que los viñedos suizos) y unos vinos que dan la talla, es incomprensible que no se dé la importancia, las ayudas y la promoción necesaria para que sea un atractivo más y otra fuente de ingresos para la provincia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios