Huelva

Devoción cintera

  • La Patrona baja a la Catedral arropada por miles de fieles

  • Fervor en el año del jubileo de La Cinta y del 25 aniversario de su coronación canónica

Huelva navegó junto a su Virgen de la Cinta en carabela de plata mecida entre los vivas de su gente. El Conquero fue testigo privilegiado de un amanecer de gloria y fe cintera, y el sol bañó con sus rayos una imagen que ya brilla con luz propia, como la ciudad a la que la Madre de Dios da cobijo entre los mismos brazos que sostienen a su Hijo. Los rezos a la Virgen Chiquita, alcaldesa perpetua de Huelva, se hicieron cantes con los sonidos de los campanilleros y vítores en las voces de los onubenses. Huelva se volcó como siempre hace cada tercer domingo de agosto para acompañar a su Patrona en su bajada hacia el centro de la capital en un año marcado por el jubileo de La Cinta y el 25 aniversario de su coronación canónica.

La Virgen de la Cinta baja a La Merced arropada por miles de onubenses

Aún no había despertado el día cuando la noche plagada de estrellas vio cómo cientos de feligreses se congregaron en el santuario del Conquero para participar en la misa que precedía la bajada. La eucaristía fue oficiada por el rector del santuario, Andrés Vázquez, que concelebró con el vicario para la Celebración de la Fe, Emilio Rodríguez, y dos sacerdotes. Una misa marcada por el recordatorio a las víctimas y familiares del atentado de Barcelona. "Aún consternados por lo sucedido en nuestro país, la lectura de la Palabra nos invita a descubrir la misericordia de Dios, a observar el derecho y a practicar la justicia". Por eso, "nosotros, en medio de la vida cotidiana, estamos llamados a proclamar la misericordia; como decía el Papa Juan XXIII, debemos ser portadores de paz en un mundo de personas que no dejan que reinen la paz".

El convento Madres Oblatas repicó sus campanas en honor a la Virgen Chiquita

Al oficio, que empezó a las 6:00, acudió el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que destacó "lo especial del día para todos los onubenses por tener la oportunidad de acompañar a su Patrona por Huelva. Se nota que hay mucha alegría y muchas ganas". También acudieron Enrique Gaviño, concejal de Seguridad, y las ediles populares, Juana Carrillo y Pilar Miranda. Los fieles abarrotaron el santuario, tanto dentro de la iglesia como fuera en el patio, donde muchos siguieron la celebración con fervorosa atención. El repicar de las campanas cuando se acercaban las 6:45 de la mañana anunciaba la salida de la Patrona de Huelva, reina y madre de todos los onubenses.

Procesión de la Virgen de la Cinta

El tañir dio paso a la voz devota del Coro de Campanilleros de la Virgen de la Cinta, dirigido por Rafael Vélez, que subió hasta el santuario con el rezo del rosario y cantando desde el candelabro farola de la Concepción en una bella estampa tradicional. Este año fueron despedidos en su camino hacia el Conquero por el párroco Diego Capado tras tomar unas tortas y un aguardiente. Con sus campanillas y guitarras rezaron la Salve de los Marineros para recibir a la Virgen Chiquita. El paso de la Patrona de Huelva salió de los jardines mirando el convento Madres Oblatas, que también hicieron repicar sus campanas en honor a la Virgen Chiquita. La imagen lucía para la bajada la medalla de la ciudad y su vara de alcaldesa; además, el Niño llevaba la medalla del Consejo de Hermandades de la ciudad de la que es patrona y protectora. Pero el gran estreno del traslado de este año marcadamente especial es un relicario de san Manuel González García, arcipreste de Huelva, regalo de la cuadrilla de hermanos costaleros de la Virgen de la Cinta. La pieza, que contiene una reliquia de quien fuera director espiritual de la hermandad patronal y rector del santuario mariano hace más de cien años, ha sido donada por las Hermanas Nazarenas el primer año desde la canonización de san Manuel González en octubre de 2016. Como peculiaridad, el relicario se inspira en la Cruz de los Ángeles, ubicada en el mirador de la Cinta. El exhorno floral corrió a cargo de Antonio Rivera, que realizó una composición magistral con una gran gama de flores en tonos rosas. La Virgen llavaba un rosario en alusión al traslado en el rosario de la aurora con el que fue a la Catedral. Este año, en el que se celebra el 25 aniversario de su coronación canónica, la Virgen de la Cinta terminó su recorrido en la Santa Iglesia Catedral de Huelva donde aguardará hasta la procesión del próximo 8 de septiembre.

A la salida del paso se encontraba la Hermandad del Perdón, para rendir honores y su coro cantó una salve dedicada a la Virgen de la Cinta. El paso enfiló el camino subiendo por el Conquero mientras los primeros rayos de luz iluminaron la ciudad y la noche se hizo día entre coplillas, vivas y pétalos. Con las claras de la mañana el paso empezó a hacerse complicado, la multitud que se congregó en la salida se multiplicó conforme fue transcurriendo la mañana. La Virgen de la Cinta estuvo arropada en todo momento por el calor de una ciudad que le rinde devoción todos los días del año. El capataz, José Ramón Romero Ortega, dirigió el paso de la Virgen de la Cinta con palabras de aliento constante a sus costaleros.

Los momentos más emotivos se vivieron con el rezo de los misterios del santo rosario que realizó Andrés Vázquez, excepto el cuarto, que lo dirigió el obispo de Huelva, José Vilaplana, en el Palacio Episcopal. Uno de los instantes más especiales, además de la salida, fue la llegada de la Virgen de la Cinta al Obispado, donde se congregó un gran número de fieles que realizaban sus plegarias a la Virgen. Viaplana realizó la levantá del paso tras hacer una ofrenda. El obispo también dedicó unas emocionantes palabras en recuerdo de las víctimas del atentado perpetrado en Barcelona, y enconmendó una oración por los fallecidos y sus familiares. Las banderas del Palacio ondearon a media asta en señal de homenaje. Además, José Vilaplana proclamó por una "diócesis contenta y firme" y por que la Virgen de la Cinta "nos proteja a todos, especialmente a los enfermos". La fe inundaba cada rostro de los fieles a la Virgen Chiquita, y como es tradición algunas personas de promesa realizaron la bajada con sus pies descalzos.

Entrada de la Virgen de la Cinta.

La Virgen de la Cinta tomó la avenida Manuel Siurot, el paseo bordeado por grandes árboles le confería a la comitiva que acompañó a la Virgen un halo especial de fe. En el monumento a Pedro Gómez estaba para rendir homenaje a la Patrona la Hermandad de Redención y la parroquia de Cristo Sacerdote. La Virgen de la Cinta estuvo en todo momento acompañada, además de por sus fieles, por la junta gestora encabezada por Bienvenido González. El quinto misterio fue rezado ante el busto de Manuel Siurot, que fue Hermano Mayor de la Hermandad. Tras tres horas y media de recorrido, y una puntualidad británica, la Patrona de Huelva entró por el dintel de la Catedral entre aplausos. Allí la recibió el párroco de La Merced, Víctor Bermúdez , el presidente de Cabildo Catedral, José Arturo Domínguez, que rezó las letanías, y la la Hermandad de los Judíos . El jubileo se puede ganar ahora en la Catedral en estos días de novena y se mantiene también en el santuario. Tras llegar el paso al interior del templo catedralicio, la imagen de la Virgen fue entronizada en el altar para su novena.

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