Cuando el pasado mes de diciembre se presentaron los presupuestos de la Diputación para 2018 -que ascienden a 154,8 millones de euros-, su vicepresidente, José Fernández, destacó que la institución provincial vuelve a contar inicialmente con un superávit global de 6,4 millones de euros (cifra que estaría en sintonía con el excedente obtenido en el año anterior). Del total, el 20% del superávit es de la propia institución y, por primera vez, el servicio de gestión tributaria tiene 900.000 euros de superávit.

A falta de conocer los datos oficiales, desde la Diputación y el Ayuntamiento capitalino explicaron ayer que están efectuando los cálculos oportunos y en el primer caso, "el pronóstico es bueno y se espera repetir este año teniendo superávit, si bien aún no está la cifra exacta".

La reinversión del superávit de 2017, el de este año y el de 2019 por parte de las corporaciones locales para nuevas inversiones anunciada por el Gobierno es un asunto en el que, según señaló ayer el alcalde de la capital, Gabriel Cruz, "llevamos mucho tiempo trabajando desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como un elemento más dentro del amplio marco de ejercicio de los ayuntamientos al que aspiramos, hacia la plena gestión presupuestaria".

No obstante, una vez conocido el anuncio de Montoro, el regidor advirtió de que "habrá que ver cómo se concreta" el mismo, así como conocer los supuestos a los que se extiende la posible inversión del superávit.

Sería, bajo su punto de vista, un paso importante, pero "sin enmascarar los grandes retos de los municipios", que pasan, a su juicio, por resolver "la eterna asignatura, que es la reforma del sistema de financiación local". Esto, en sus palabras, debe hacerse al tiempo que se acomete la autonómica; aunque también ve necesario abordar la modificación de la regla de gasto y la recuperación de las plantillas de los ayuntamientos.

En definitiva, Cruz señaló que que la medida "debe beneficiar a todos los ayuntamientos".