Huelva

La solución al cambio climático es factible y "está en nuestras manos"

  • Leyla Acaroglu, campeona del Clima 2016 de la ONU, apela a la responsabilidad del ciudadano como consumidor

  • La experta dice que "con lo que compramos, premiamos a una u otra industria"

Leyla Acaroglu./ Alberto Domínguez

Leyla Acaroglu./ Alberto Domínguez

Mensaje constructivo para la despedida. "El cambio climático tiene solución y está en nuestras manos" conseguirlo. Con esta idea, desgranada por Leyla Acaroglu, campeona del Clima 2016 de la ONU (título otorgado por su contribución a mejorar el futuro del planeta), cerró ayer sus puertas el Congreso Internacional de Cambio Climático SOCC Huelva 2017, tras tres intensos días que reunieron en la Casa Colón de la capital onubense a más de mil participantes en torno a un completo programa científico a cargo de los máximos exponentes mundiales de la materia.

Durante su ponencia magistral, la diseñadora socióloga y experta en sostenibilidad aseguró que el futuro se diseña con las acciones que realizamos hoy, de forma que, "con lo que compramos, premiamos a una u otra industria". Por ello, la australiana abogó por "ser conscientes de cómo gastamos el dinero, porque el Gobierno tiene poder, pero no podemos culparlo de todo".

Tres grandes círculos confluyen en la lucha hacia la sostenibilidad: las personas, la industria y la política. Todos ellos, a su juicio, tienen la responsabilidad de actuar juntos -con valentía y prontitud- para ganarle la batalla al cambio climático.

Frente a la información que llega desde los medios de comunicación y desde las agencias, ya sean o no gubernamentales, y que a su juicio "siempre es negativa" y se basa en la cultura del "miedo", considera que hay que usar otro tipo de comunicación. Porque el mensaje del miedo, en su opinión, "no hace que la gente se levante de la silla".

Y es que la sostenibilidad, bajo su punto de vista, pasa por entender cómo hacer las cosas de otra manera y constituye, por lo tanto, una oportunidad. Se trata de entender realmente que la naturaleza tiene unos límites y, por lo tanto, ser conscientes de que hay que tomar decisiones, sin que esto tenga nada que ver con "el dinero o la importancia que tengamos". Así, todos tenemos la oportunidad de cambiar y el futuro aún no está definido, si bien habría que "salir de la perpetuación de un sistema lineal", mediante la creación de nuevos modelos que hagan que el actual quede obsoleto.

De la misma forma, Acaroglu consideró que, a veces, "creamos problemas futuros porque buscamos hoy soluciones rápidas: usamos sistemas lineales, mientras la naturaleza crea y vive de sistemas regenerativos". Por ejemplo, señaló que con frecuencia se usan términos como biodegradable para persuadir a las personas de que ciertos productos son buenos para el medio ambiente. Sin embargo, éstas propiedades, bajo ciertas circunstancias pueden generar un impacto ambiental negativo.

"En 30 o 40 años dejaremos de tener combustibles fósiles. Al final tendremos que aprender por narices porque escasearán los recursos y hay que hacer que el sistema sea más estable", afirmó. Para conseguirlo, a su juicio, no hay una única solución, sino una para cada problema y, en la búsqueda de una cultura de respeto a los recursos que reduzcan las emisiones de CO2 y el daño al planeta, habrá ensayos y errores. Pero un sistema circular y alejado de la cultura del residuo es posible, según argumentó.

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