Huelva

Cataclismo en la Gran Vía

  • Caraballo y Cruz afrontarán la gestión en la Diputación y la oposición en el Ayuntamiento con equipos elaborados por Guerrero · Alejandro Márquez ocupará el escaño provincial y Antonio Ramos, el local.

Petronila Guerrero recibe un empujón hacia arriba, Madrid, pero el cataclismo se sentirá en la Gran Vía de Huelva. A poco más de cinco meses de las elecciones municipales tras la que se configuraron el Ayuntamiento de Huelva y la Diputación Provincial, ambas vivirán importantes cambios en la configuración de sus grupos políticos y, a tenor de los nuevos cabezas de los mismos, en la propia forma de hacer política.

La Diputación Provincial conocerá su tercer presidente en cinco años. Ignacio Caraballo es el llamado a dejar el segundo plano para hacerse con el control de una institución para la que ya se había escuchado anteriormente su nombre en el caso de que Guerrero no repitiese. Impuesto a la todavía presidenta, según fuentes socialistas ésta quería situar en su lugar al ex alcalde de Aljaraque, José Martín, a quien dio la portavocía del grupo socialista en la Diputación. Sin embargo, dentro del partido se da por hecha la Presidencia de Caraballo, quien de hecho ya había estado negociando con el resto de los grupos políticos cuestiones internas de la institución y es la referencia para los representantes de la oposición.

Tendrá que hacer frente al Gobierno de la institución en minoría y con un equipo elaborado por la actual presidenta, que incluso en el hueco que deja libre situará a alguien de su máxima confianza: el diputado suplente llamado a sustituirla es Alejandro Márquez, concejal capitalino y antes asesor de la Diputación que ha sido su sombra durante los últimos años. En el airen quedan posibles cambios al albur del movimiento de sillas y tres asesores del equipo de Gobierno por pasar por el filtro del Boletín Oficial de la Provincia.

En el caso del Ayuntamiento, todo ha seguido las profecías políticas, bienaventuranzas para el PP: si la socialista Petronila Guerrero acababa mordiendo el polvo el 22-M con una quinta victoria electoral de Pedro Rodríguez (PP), la mujer fuerte del PSOE no permanecería mucho tiempo en el banquillo de la oposición, y pronto empezaría el juego de sillas calientes en el grupo municipal, ritual que fue la tónica del anterior mandato, tras el portazo de Manuela Parralo y la desbandada por fichajes institucionales.

Guerrero no se quedaría a picar piedras, y la confirmación ha llegado a los 88 días y dos Plenos de tomar el acta de concejal en la capital. Había un plan B, incluso un plan C, amarrados desde el minuto uno, tensando la cuerda de sus contactos provinciales y supramunicipales, y despejando el camino a su número 2 en el Consistorio capitalino, Gabriel Cruz, oficiosamente, la esperanza galáctica del partido en esta plaza inexpugnable de Huelva.

Guerrero había colocado a Cruz y a su hombre de confianza, Alejandro Márquez, como primeros espadas de un grupo municipal del que se había autodesignado presidenta, cargo que hasta la fecha no existía en los escaños de la oposición, donde la figura capital es la de portavoz. Esta nomenclatura iba a dar lugar, según los técnicos del Ayuntamiento, a conflictos de protocolo, pues todo el peso representativo, en la praxis, iba a recaer sobre Gabriel Cruz. Ahora el riotinteño -si todo sigue conforme a las quinielas- tendrá por delante cuatro años de promoción sin el eclipse de Guerrero, prodigándose en el trabajo de calle como posible alcaldable.

Ya que el noveno escaño supuso la reincorporación al grupo del superviviente Benabat -al renunciar a su acta de concejal la delegada de Salud, María José Rico-, la marcha de Guerrero al Senado implicará ahora la entrada en el Consistorio del que fuera número 11 de la lista, Antonio Ramos. El ex delegado de Obras Públicas y Transportes, muy presente en la campaña de la candidata, asume actualmente la jefatura del gabinete de la presidenta en la Diputación, cargo que en el anterior cuatrienio desempeñó Alejandro Márquez.

Licenciado en Geografía e Historia, Antonio Ramos (Huelva, 1972) ha sido secretario técnico y secretario general del Consejo Social de la Universidad de Huelva (2001-2004); director provincial de la Red Territorial de Apoyo a Emprendedores; coordinador provincial de la Agencia Andaluza del Voluntariado y, a nivel orgánico -milita en las filas socialistas desde 1997- ha tenido distintas responsabilidades en la Comisión Ejecutiva Provincial.

Con este segundo cambio en el grupo principal de la oposición, así queda la foto de familia: Gabriel Cruz, Alejandro Márquez -actual viceportavoz-, Elena Tobar, Miguel Ángel Mejías, María Villadeamigo, Óscar Toro, Esther Cumbrera, José María Benabat y Antonio Ramos.

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