Carnaval

Cuando mi niña era una reina

  • Nombres de postín como el de Carmen Martínez-Bordiú, Beatriz Lodge o la hija de Fraga, pocas de ellas gaditanas, acapararon el protagonismo de las Fiestas Típicas

En 1954 se eligió la primera reina de las Fiestas Típicas, que en aquella ocasión salió elegida de los distintos colegios de la ciudad. Tras llevar a cabo la selección entre numerosas estudiantes, la guapa Rosa Terrada, séptima de ocho hermanos, del Instituto Columela, deslumbró por su belleza y simpatía y se convirtió en la primera elegida. Pero este galardón no tuvo reconocimiento social. Pasó, sin pena ni gloria, al olvido, a la más absoluta ignorancia, viéndose eclipsada años más tarde por apellidos de postín como el de Carmen Cervera (baronesa Thyssen), Carmen Martínez-Bordiú, Beatriz Lodge o Maribel Fraga, que acapararon todo el protagonismo de las fiestas de Cádiz. Apellidos que no tenían nada que ver con la hija de un honrado estibador del muelle. A partir de 1956, el Consistorio decidió que las reinas fueran hijas de importantes personajes. La primera fue la hija del almirante Felipe Abarzuza, Rosa. Eran otros tiempos. Ya en 1977, con el retorno de las libertades, se recuperó el Carnaval, volviendo a su fecha original, siendo ese año elegida la primera reina del Carnaval, María de la Paz Ponce Calvo. Guapa. De Cai, Cai. Las distintas entidades e institutos de la ciudad hicieron una preselección, representando Ponce al instituto del Rosario. Hoy sería una diosa.

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