El testamento de Whitney Houston se hizo público por fin ayer. El documento revela que la última voluntad de la cantante fue dejar a su hija, Bobbi Cristina, todas sus posesiones. La joven, de 18 años, se ha convertido así en la heredera universal del patrimonio de la artista.

La cantante, que murió el pasado 11 de febrero a los 48 años, redactó este documento en 1993. En 2000 corrigió el texto, aún estando casada con Bobby Brown, pero ni por compromiso quiso dejarle nada. Se tendrá que conformar con una mención en el texto. Según este documento, Bobbi Cristina no podrá empezar a hacer uso del dinero y las posesiones de su madre hasta los 21 años. Cuando cumpla esa edad, en 2014, podrá recibir una parte de la herencia; otra porción al cumplir los 25, y el resto cuando sople sus 30 velas. Lo que espera ahora la familia es que la chica no herede también la adicción de su madre a las drogas, con las que ya ha 'tonteado'.

Otro que se ha quedado con las manos vacías es Nick Gordon, el hijo que la cantante adoptó extraoficialmente y que ahora tiene 22 años. La madre de Whitney no quería que obtuviera nada; es más, su propósito es alejarlo de la familia pues a él le achacan que la cantante cayera en las drogas.