Pasarela

Los Thyssen mantienen la paz tensa sellada hace tres años

  • Tita Cervera y su hijo Borja, investigado por fraude fiscal, navegan por separado y casi no se han visto en verano

La familia thyssen, feliz.

La familia thyssen, feliz. / Gtres

Este verano Carmen Cervera y su hijo Borja se han visto lo justo. El único momento de reunión familiar fue la celebración del cumpleaños de Borja, quien pronto se sentará en el banquillo de los acusados tras ser investigado por fraude fiscal. Su 37 aniversario, eso sí, lo celebraron juntos, y después cada uno por su lado. Tita pasa el verano con sus gemelas y Guillermo, su sobrino, que ahora es su apoyo fundamental tanto en el tema artístico como en el personal. Él es el director del museo que la baronesa abrió en Andorra, donde ella tiene su domicilio fiscal, igual que su hijo.

Madre e hijo mantuvieron la distancia esta primavera por una serie de reclamaciones de Borja por la colección de arte, sobre la que considera que tiene derechos. Su progenitora no lo contempla y de ahí los desencuentros de hace unos meses, que desembocaron en un alejamiento. El cumpleaños del heredero sirvió para apaciguar esos desacuerdos afectivos entre ambos. En dicha celebración incluso participaron las mellizas Sabina y Carmen y los cuatro hijos de Borja y Blanca.

Después del 24 de julio, fecha de la reunión familiar, no han vuelto a verse. Carmen navegó por su cuenta en su megabarco Mata Mua (que por ahora no vende) por aguas de Ibiza y Palma, donde atracó. Cenó en el restaurante Flanigan -propiedad de Miguel Arias y el preferido del Rey Juan Carlos- con su sobrino, las niñas y unas amigas. Este año no contó con la presencia de Manolo Segura, quien desde que se separó de su mujer tampoco tiene mucha relación con la madre de su hijo biológico .

Ni rastro tampoco de la pareja Borja-Blanca, que habían elegido otra ruta diferente. En el caso del matrimonio y sus niños, la costa griega. Borja, asumiendo el grave problema que tienen con Hacienda y la petición del fiscal que solicita dos años de cárcel por defraudar medio millón de euros y simular vivir en Andorra, ha preferido disfrutar de un verano de perfil bajo, sin mucha presencia en las revistas. Salvo una breve aparición, a principio de julio, compartiendo día de barco con sus amigos de Barcelona, el resto del verano ha sido casi invisible.

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