La reina del pop jugó con fuego en su último concierto en Bucarest, Rumania, cuando protestó en el show por la discriminación que sufren los gitanos rumanos en Europa del Este. El público le contestó con abucheos a lo que la cantante no supo reaccionar. Sin embargo, a pesar del incidente, su amado público la despidió entre aplausos.

La cantante rogó a los fans que lucharan contra los prejuicios que hay contra este sector desfavorecido de la población, unas 500.000 personas en Rumanía, pero su intento fue en vano puesto que fue contestada con abucheos en vez de con aplausos, según informaciones recogidas por Contactmusic.

"Nunca he estado en Rumanía antes y estoy feliz de estar aquí. Pero me he dado cuenta de que hay mucha discriminación contra los gitanos en Europa del Este y eso me hace sentir muy triste, especialmente porque creemos en la aceptación de gitanos, homosexuales, personas que son diferentes. Esto me entristece. Todos deben ser tratados de la misma manera, espero que no se olvide eso", manifestaba en el último concierto de su gira Sticky & Sweet.

Sin embargo, los que si fueron aplaudidos por los 60.000 espectadores, fueron varios músicos y bailarines gitanos rumanos que formaban parte del show que se celebró a tan sólo unos metros del enorme palacio del ex dictador comunista Nicolae Ceausescu. A pesar de los abucheos, la Reina del pop fue despedida por la multitud entre aplausos, tras dos horas de espectáculo.