Pasarela

Isabel Preysler se enfrenta a los hijos de Boyer

  • Miguel y Laura llevarán a la viuda de su padre a los tribunales por problemas con la herencia Reclaman su parte de la residencia de Puerta de Hierro y obras de arte

Isabel Preysler tendrá que volver a abrir su libro del pasado. Los dos hijos que Miguel Boyer tuvo con la ginecóloga Elena Arnedo han decidido litigar por la herencia de su padre, según aseguran en OK Diario, después de que Isabel les dijera rotunda que no había nada que repartir porque su padre llegó a su casa "portando sólo una maleta".

Tanto Miguel como Laura están decididos a pelear en los tribunales por una herencia que aseguran es millonaria. Los hijos que el ex político socialista tuvo con su primera mujer quieren su parte del chalé del que actualmente disfruta Isabel Preysler en Puerta de Hierro, una finca que aseguran compró su padre gracias al dinero que obtuvo de la venta de dos fincas familiares: de un lado, el piso que tenía su abuelo paterno en la calle Velázquez, y, de otro, la residencia de verano que la familia materna de Boyer tenía en Irún.

Consideran, además, que hay otros objetos de valor que en su día heredó su padre y que siguen estando en la vivienda de Puerta de Hierro, donde actualmente vive Isabel Preysler, su hija Tamara y la actual pareja de la filipina, el escritor Mario Vargas Llosa. Entre los objetos de valor que citan los hijos mayores de Miguel Boyer se encuentran varias obras de arte, como un cuadro de Sorolla, un busto firmado por Mariano Benlliure del abuelo de Miguel Boyer, Amós Salvador, que fue ministro de Azaña en la Segunda República, o un lienzo de Fernando Álvarez de Sotomayor en el que posa la madre del ex político. De la misma forma, consideran que tienen derecho a recibir una parte de la completa biblioteca que tenía Boyer y reclaman también otras joyas familiares propiedad de su progenitor, como una botonadura de diamantes o exclusivos relojes. Consideran que tendrían que tener acceso también a otros objetos que, pese a no tener valor económico, sí tienen para ambos un importante valor sentimental, como los tratados de economía realizados por su padre o los documentos que preparaba antes de impartir sus conferencias.

La relación que Isabel Preysler ha mantenido con los hijos mayores de Boyer ha sido prácticamente nula, como también lo ha sido con los hermanos de su hija Tamara, los hijos que tuvo su anterior marido, el marqués de Griñón con su primera esposa. Es más, desde que Boyer sufrió el ictus que le obligó a estar un tiempo hospitalizado, la relación de Isabel con los hermanos Boyer Arnedo fue enfriándose aún más, tanto es así, que llegó a publicarse que la socialité le exigía que fueran ellos los que pagaran la hospitalización de su progenitor. En el funeral de Boyer también fue muy criticado que Isabel tomara del brazo al nieto de su viudo al salir del cementerio, un gesto que no pasó por alto Laura Boyer, la madre del joven, que aseguró que lo único que buscaba la 'reina de corazones' con aquel acercamiento era quedar bien ante la prensa, ya que la relación que mantenía con ellos era muy fría. Tanto es así que, según recalcó, siempre que ella o su hermano llamaban a casa de Isabel para ver a su padre y saber cómo estaba evolucionando de su enfermedad, ésta siempre les ponía pegas para que acudieran a verlo.

La relación que los hijos mayores de Boyer tienen con su hermana Ana, la hija pequeña de Isabel, tampoco es fluida, aunque parece que en este conflicto la pequeña de los Boyer se queda al margen y será sólo Isabel Preysler quien tenga que responder ante los tribunales. Para que la pelea judicial sea más transparente, los hijos de Boyer quieren que se cambie el albacea de la herencia, ya que consideran que éste mantiene una relación demasiado estrecha con el entorno de la socialité.

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