La Princesa de Asturias cumplió ayer 11 años, aunque en esta ocasión no pudo soplar las velas en presencia de sus padres, que tuvieron que ausentarse en un día tan especial por motivos de agenda.

A pesar de que los escolares disfrutaban de una jornada festiva, la Princesa de Asturias comenzó el día sin ninguno de sus progenitores en casa, ya que don Felipe asistía por la mañana al acto de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y la Reina se ausentaba también a primera hora para acudir a la apertura a del Congreso Mundial del Cáncer que se celebra en París.

No es la primera vez que la primogénita de los Reyes tiene que soplar las velas con la ausencia de alguno de sus padres aunque teniendo en cuenta que hoy es festivo, no es de extrañar que la celebración se haya pospuesto para poder celebrarla esta tarde en familia, como viene siendo habitual en Zarzuela. A diferencia de casi todas las familias reales europeas, que suelen ofrecer nuevos posados oficiales de los príncipes y princesas herederos coincidiendo con la fecha de su cumpleaños, don Felipe y doña Letizia no le dan importancia pública a este día y prefiere celebrarlo como un acto privado. Los reyes eméritos, en cambio, sí ofrecieron en más de una ocasión imágenes de las fiestas de cumpleaños de don Felipe, un proceder que parece que no contemplan los actuales reyes.