El lujo se conoce como la exhibición o manifestación de riqueza, es la conjunción de calidad y exclusividad. Pero estas cuatro letras tienen un significado muy ambiguo dependiendo de la percepción de cada uno. El lujo puede ser caviar, un coche de alta gama o un vestido de alta costura, pero también puede ser descansar y no hacer nada, dedicarse a leer un libro o tener tiempo para uno mismo. El primer tipo de lujo es el que está al alcance de muy pocos, por eso hemos querido investigar hasta qué punto la gente es capaz de perder la cabeza por él. Viviendas, hoteles, coches, restaurantes e incluso tatuajes, el consumo de productos de lujo se encuentra en todas partes.

Theresa Bernabé, empresaria en el sector de inmobiliaria de lujo afirma desde su canal de televisión, www.theresabernabe.tv, que "el lujo es una forma de vida. Desde nuestra empresa ofrecemos productos personalizados para cada cliente como experiencias inolvidables, que a veces ni habían imaginado, pero para eso estamos nosotros para ayudarlos a soñar y materializar esas fantasías. La exclusividad, individualidad, discrecionalidad y secretismo asociados a la obtención del objeto o experiencia, son ingredientes que definen el grado de lujo y nosotros nos encargamos de todo para que nuestro cliente sólo tenga que disfrutar".

Los piercings de lujo se han puesto de moda en los últimos años. Un ejemplo es Elettra Lamborghini, hija del empresario de coches, que lleva por todo el cuerpo pequeños diamantes por valor total de un millón de euros.

Los amantes de las armas y el diseño también pueden disfrutar de productos de alta calidad (y precio). La empresa Jesse James Firearms Unlimited se dedica a producir estos objetos. Algunas de sus armas han sido vendidas por 85.000 dólares. Los multimillonarios parecen sacados de otro planeta, algunos no se conforman con consumir productos normales del día a día. Un caso llamativo son las bolsitas de té lanzadas por la compañía PG Tips que cuesta 14.000 dólares ya que cuenta con 280 diamantes.

No se queda atrás el mercado de bebidas. Existen ediciones raras y caras de todo tipo de bebidas. La destilería Bowmore lanzó una edición de 12 botellas de whisky escocés de 54 años de edad por el precio de 100.000 libras cada una. Otra bebida de la empresa Mcallan fue nombrada como "el whisky más caro del mundo por Guiness Records", su preció ascendió hasta los 460.000 dólares la botella. Está claro, quienes tienen sed de lujo, se lo pueden permitir.