Tras el fallecimiento de su abuelo hace cuatro años Alejandra heredó el título de duquesa de Suárez. Desde entonces despertó un interés que a ella nunca le ha gustado, ya que su máxima siempre ha sido la discreción. Son pocos los actos públicos en los que ha hecho aparición y cuando ha estado presente en alguno siempre ha permanecido en un segundo plano. Esta joven abogada está alejada de la vida pública. Trabaja en un prestigioso despacho de Madrid y habla varios idiomas. Entre sus aficiones se encuentran la moda, el pádel, el esquí y la música. Vive centrada en su carrera laboral y en su vida personal. Una vida marcada por el fallecimiento de su madre Mariam Suárez víctima de un cáncer cuando Alejandra solo tenía catorce años, algo que le unió más aún a su padre, el economista Fernando Romero. Será él quien acompañe mañana a su hija al altar. Para la joven también será muy importante la presencia de su hermano en su boda, a quien está muy unida. No ocurre lo mismo con algunos de sus tíos con quien no mantiene una relación fluida desde que falleció su abuelo.

Alejandra se casa con Pedro Armas tras un año de relación. Fueron compañeros de colegio y tras años sin saber el uno del otro se reencontraron. La duquesa de Suárez rompió con su anterior pareja y Pedro y ella comenzaron su noviazgo. En tan solo unos meses decidieron contraer matrimonio. La ceremonia y posterior celebración, en las que Alejandra ha estado muy volcada en los preparativos, se celebrarán en la intimidad.