Cultura

'Verso est': Regreso a la escena del crimen

Ha sido en los márgenes, y en pases únicos y escondidos, donde hemos encontrado en este nefasto festival ese otro cine que no responde al dictado de las fórmulas industriales y al gusto de academias e instituciones oficiales.

Verso Est, interesante experimento híbrido procedente de la siempre estimulante sección Orizzonti de Venecia, se ha colado aquí por la puerta de la sección Otras miradas: Sarajevo en el objetivo, y lo ha hecho para recordarnos dos cosas: que no sólo de ficciones aseadas vive el cine europeo (aunque desde este festival se piense lo contrario), y que la Guerra de los Balcanes sigue estando demasiado cercana como para que nos olvidemos de su fantasma de horror y muerte en la Europa de la bandera azul y sus estrellas amarillas.

Tras los pasos de Godard (Éloge de l'amour, Je vous salue, Sarajevo, Notre musique) o Johan Van der Keuken (Sarajevo Film Festival), la directora teatral italiana Laura Angiulli regresa a las ciudades de Sarajevo, Mostar y Srebrenica para componer un silencioso réquiem por la memoria de los muertos y el duelo de los supervivientes bajo la forma libre del ensayo cinematográfico que alterna el registro documental con la dramatización en una estructura abierta y porosa que respeta la inteligencia de su espectador.

Cerca de las experiencias escénico-poéticas que también impulsaran intelectuales comprometidos como Susan Sontag, Angiulli desencadena una cámara observadora y un leve dispositivo ficcional (una suerte de viaje de los comediantes con ecos del teatro de Peter Brook) para regresar a la escena del crimen (de las calles de Sarajevo asediadas por los francotiradores al ya famoso puente de Mostar volado por las bombas) y contrastar las huellas del desastre con espeluznantes imágenes de archivo y testimonios de intelectuales y madres que perdieron a sus maridos e hijos como consecuencia de la "limpieza étnica" en Bosnia autorizada por los mandatarios serbios.

Si la superficie documental y testimonial de Verso Est nos introduce poco a poco en la memoria del horror sin necesidad de diálogos ni de voz en off explicativa, no funcionan ya tanto las recreaciones y performances que pretenden completar el cuadro a través de la evocación poética, el símbolo y la metáfora. Es ése el principal escollo para que esta película, sin duda interesante y por momentos conmovedora, no alcance el vuelo y la densidad a los que aspira.

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