Feria del carmen y de la sal 2010 Homenaje a los mayores

Los mayores de la Feria también saben divertirse

  • Premios y baile acompañaron la cena en el Día del Mayor

Un año más, los mayores de San Fernando tienen su día en la Feria del Carmen y de la Sal. La Delegación del Mayor junto con la de Fiestas organizó la tradicional velada de cena y baile en un "encuentro que ya es histórico", según la delegada del Mayor, Susana Rocamonde. Una noche de convivencia y diversión dirigido al colectivo de la tercera edad, que mostró durante su fiesta un entusiasmo y vitalidad insuperables.

Reunidos en el exterior de la Caseta Municipal, muchos de los mayores que participaban en la fiesta se reconocen, se saludan y hasta se piropean. Vestidos con sus mejores galas y sin dejarse atrás la sonrisa, entraron a la caseta donde el calor hizo que el ruido de abanicos se mezclara con las risas y los saludos. "Todos tenemos derecho a tener un día para nosotros", apuntaban.

Hasta 300 mayores acudieron a la cita. La mitad de las invitaciones estaban reservadas a las residencias de ancianos, como señaló Susana Rocamonde. "Son los que tienen más problemas para disfrutar de algo que para el resto de la gente es cotidiano, como es salir y compartir momentos con otros", señaló. Todos acudían en representación de las distintas asociaciones y entidades relevantes dedicadas a la tercera edad. En la mesa de Cruz Roja, tanto los comensales como los voluntarios que acompañaban a los mayores de movilidad más reducida, lucían flores de papel en color granate prendidas en su ropa, realizadas en los talleres de terapia por los propios abuelos, especialmente para la ocasión.

La cena comenzó con la entrega del premio al Abuelo y a la Abuela del Año, otorgado por la Delegación del Mayor y entregado por el alcalde Manuel de Bernardo, con la presencia de las salineras de la Feria. Los homenajeados fueron este año Manuela Carcy Luna, ciudadana de La Casería casada desde hace 61 años, y Joaquín López Cabrera, viudo de 96 años que trabajó como observador en el Real Observatorio Astronómico. "Nadar mucho toda mi vida y ejercicio", es el secreto que el abuelo del año confesó para explicar su buena forma. Entre emoción y felicitaciones, recibieron de manos del alcalde dos ramos de flores y dos placas conmemorativas. El alcalde y la delegada de Mayores finalizaron el acto dedicando un gran abrazo a todos los mayores isleños y dedicándoles un aplauso.

Las salineras, cumpliendo con su deber como embajadoras de la ciudad y el espíritu de la Feria, pasearon entre las mesas, felicitando a los abuelos del año y charlando con los mayores. Toda la sala las agasajó con un gran aplauso y numerosos halagos a su belleza por parte de los abuelos.

La cena, en la que se tuvo en cuenta las necesidades de alimentación adecuadas a las edades avanzadas -cambiando, por ejemplo, la carne de cerdo por la ternera, más baja en grasas- transcurrió entre anécdotas que culminó con la actuación del coro rociero Romeros de La Isla. El coro amenizó la celebración con un repertorio de sevillanas que lanzó a la pista de baile a numerosas parejas. "Esto es lo que más me gusta en la vida, bailar" comentó alegre una mujer tras terminar una sevillana. El día del mayor demuestra así que la edad no está reñida con las ganas de fiesta. Ellos también disfrutan.

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