Feria de Algeciras

El espectáculo pirotécnico despide la fiesta hasta el año que viene

  • La magia del montaje de los fuegos artificiales reúne a los algecireños en el Real. La medianoche sube el ambiente de una última jornada que registra poca afluencia de día

El tradicional espectáculo de fuegos artificiales puso ayer fin, a medianoche, a la Feria Real de Algeciras 2012. Fue la culminación de ocho días y nueve noches de fiesta, en la que los algecireños y los visitantes del Campo de Gibraltar han disfrutado de horas de convivencia y de diversión con la familia y con los amigos.

El espectáculo de los fuegos fue montado por la empresa Pirotécnica Zaragozana y llenó de luz y de color la medianoche del domingo. El horario fue el del año pasado, lo que permitió que las familias que así lo desearon pudieran acudir al Real con los más pequeños de la casa para que vibraran con la magia de los fuegos.

Algunos optaron por aguantar en la Feria hasta la hora de inicio de los fuegos y, con ellos, despedir la celebración hasta el año que viene. Otros decidieron descansar y desplazarse hasta el Real para ver el espectáculo a una hora cercana. Por el ambiente que se observaba a media tarde en las calles y las casetas, este segundo grupo fue el más numeroso. Lo cierto es que había poca gente en la Feria como también lo es que suele ser lo habitual. La Feria del día del último domingo no acostumbra a estar muy concurrida y el ambiente crece por la noche.

El último sábado por la noche, por su parte, registró una buena presencia de personas en algunas casetas, las más populares, y en otras hubo poca afluencia. En general, no se registró saturación y los que acudieron al Real disfrutaron sin muchas aglomeraciones.

Terminó pues una Feria en la que el comentario general es que se ha notado la crisis y que los bolsillos no están para repetir con asiduidad en el Real. Los instantes de diversión, no obstante, han compensado y han ayudado a sobrellevar por momentos las preocupaciones del resto del año.

Los últimos cohetes sirvieron de despedida, pero muchos aguantaron después. Se resistían al final anunciado.

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