La portada parecía tener hilo musical el día antes de la noche del pescaíto. Las sevillanas que se escuchaban provenían de la Casa de Soria. La caseta castellano-leonesa era una de las animadas en la víspera del alumbrao, que será en la medianoche del sábado al domingo el punto de partida de la Feria de 2018.

La calle Antonio Bienvenida, donde se encuentra la sede soriana, es la más animada en las horas previas al comienzo. El trasiego de vehículos y los últimos retoques a la portada contrastan con la actividad en algunas casetas, que no han querido esperar al fin de semana para encender sus altavoces y servir sus primeras jarras de rebujito. El albero mojado por las últimas lluvias era el principal obstáculo para caminar junto a las pañoletas, pero las ganas de Feria pudieron con la climatología en numerosas casetas de esta vía con nombre de torero venezolano y hermano de la Macarena.

El resto del recinto ferial estaba más en silencio. Pruebas de sonido, colocación de puestos ambulantes y toldos recogidos formaban parte de un paisaje sin farolillos. El reciente temporal ha impedido que el Ayuntamiento los coloque por el momento.