El Gobierno estudia cómo evitar que la huelga de hambre que sigue la activista saharaui Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote cause daños irreversibles en su salud y apunta a la necesidad de que un juez pueda intervenir para obligarle a alimentarse si su situación alcanza un punto crítico.

El complicado caso de Haidar ha centrado buena parte de los corrillos de la recepción celebrada en el Congreso en el Día de la Constitución, donde fuentes socialistas y del Gobierno han explicado que se está contactando con todas las instancias posibles, incluidas las autoridades argelinas, con el fin de buscar una solución para la activista.

Preocupa en el Ejecutivo la salud de Haidar, que completa hoy su tercera semana en huelga de hambre, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, se ha puesto en contacto con el Gobierno para preguntar si existe algún protocolo que establezca cómo actuar y evitar la muerte de la activista.

Ese protocolo no existe y se señala que sólo un juez podría establecer la alimentación forzosa.

Darias ha expresado hoy su "máxima preocupación" por el estado de salud de Haidar, cuya vida, según fuentes de su entorno, ya corre peligro.

Mientras, el Gobierno ha ampliado sus gestiones y, según apuntan las fuentes del Ejecutivo, está llamando a todas las puertas para intentar buscar una salida a la activista -desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hasta Argelia, país en el que se asientan los campamentos de los refugiados saharauis-.

Desde el Gobierno se reconoce que es Marruecos quien tiene en su mano que Haidar vuelva a casa, pero no desdeñan el papel que puede desempeñar Argelia, defensora a ultranza de las reclamaciones independentistas saharauis.

Señalan además que Haidar ya no habla personalmente con el Gobierno.

La última vez que el jefe del gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, intentó comunicarse con ella, lo hizo a través de interlocutores interpuestos.

Ante los medios de comunicación, sobre la situación de Haidar dan cuenta su abogada, la denominada Plataforma de Apoyo Aminatu Haidar, los miembros de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara e incluso el Frente Polisario.

Aunque no se trata de una persona refugiada (de hecho la concesión de ese estatuto era una de las propuestas que le ofreció el Gobierno y que ha rechazado), también se ha implicado en el tema ACNUR.

El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, descarta que el Rey Juan Carlos recurra a sus buenas relaciones con el monarca marroquí, Mohamed VI, para intentar una solución al caso, pero sí se ha involucrado personalmente, aunque en un principio dejó todas las gestiones en manos de Miguel Ángel Moratinos.