Los dos miembros de los Grapo que el jueves admitieron en la Audiencia Nacional haber matado a la empresaria Ana Isabel Herrero y disparado a su marido por oponer resistencia cuando intentaban secuestrarlos en Zaragoza en 2006, afirmaron ayer que no se arrepienten de su crimen.
"Estoy orgulloso de esa acción", exclamó Jorge García Vidal, que, además, insultó repetidamente al fiscal mientras éste leía sus conclusiones definitivas. El representante del Ministerio Fiscal, asimismo, calificó de "un auténtico sarcasmo" el que la defensa pida una reducción de la pena por revelar dónde estaban las armas "como si ahora fueran unos colaboradores de la Justicia que están arrepentidos".
Pese a que el juez le había amonestado por su comportamiento, García Vidal volvió a increpar más adelante al fiscal, exclamando "usted no sabe ni quién es quién" después de que el representante del Ministerio Público se equivocara de nombre al referirse a uno de los acusados, por lo que el procesado fue expulsado de la sala.
Jorge García Vidal e Israel Clemente López, para quienes el fiscal ha pedido respectivamente 81 y 82 años de cárcel por estos hechos, utilizaron su turno de última palabra en el juicio para reiterar que el tercer imputado en este caso, Juan García Martín, no colaboró con ellos.
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