Isabel Jordán, gestora de varias empresas de Francisco Correa -el presunto cabecilla de la trama Gürtel-, matizó ayer sus declaraciones del día anterior cuando afirmó que su ex jefe se refería a Luis Bárcenas como "Luis el cabrón" y ayer declaró que lo que en realidad Correa dijo del ex tesorero del PP fue: "Es un cabrón".

Jordán, que se enfrenta a 39 años de cárcel, comenzó su testimonio aclarando sus palabras del pasado lunes, cuando dijo que Correa se refirió a Bárcenas como "Luis el cabrón", un apelativo que aparece en un documento de Gürtel como la persona receptora de 72.000 euros de la trama. El lunes, Jordán dijo que en 2006 se celebraron varias reuniones en las que Correa mantuvo conversaciones por teléfono sobre Bárcenas. "Oí algunas veces este tipo de comentarios: Luis el cabrón", afirmó entonces. A continuación, añadió: "Aquí se ha dicho que es el señor Delso, pero yo le diría que el día que lo dijo era con respecto al señor Bárcenas", en referencia al empresario Luis Delso, la persona a la que, según Correa, se refería con ese apelativo.

Sin embargo, ayer la acusada explicó que sólo oyó dos veces hablar de Bárcenas, la primera en 2005, cuando Correa se quejó de que el ex tesorero no había ido a su palco para ver el Masters 1.000 de tenis de Madrid, sino que había optado por asistir a uno de una empresa de la competencia. "Correa dice que está muy enfadado, que ese hijo puta, con perdón por la expresión, pero fue lo que dijo, es un cabrón", afirmó. La segunda vez fue en 2006, cuando Correa se refirió a Bárcenas en términos como "es un cabrón, con referencia a que no le daba los eventos del PP".

La acusada relató cómo en 2007 denunció a Correa y a su número dos, Pablo Crespo, ante la Guardia Civil por "la administración irregular de la empresa", después de que Javier Nombela, contable del Grupo Correa y que ha pactado con la Fiscalía, le detallara irregularidades en las sociedades. Entonces no tenía buena relación con Crespo y Correa, precisó, y los denunció también por unos "seguimientos" que le hicieron, momento en que rompió a llorar. Cuando los denunció, depositó en una notaría un disco duro con documentos que le había dado Nombela, que luego fue robado de allí, aunque se conservaba una copia que ella había dado a un auditor y que luego se entregó a la Audiencia Nacional.