José Luis Rodríguez Zapatero no renuncia a su empeño de lograr un entendimiento con la oposición para luchar contra ETA. En la reunión que mantuvo ayer con los grupos parlamentarios socialistas del Congreso y del Senado, la primera desde que se celebraron las elecciones, dijo que "el sufrimiento compartido" ante el terrorismo debe llevar a un "entendimiento sincero y noble" con las restantes fuerzas políticas. "Por nosotros no va a faltar", añadió.

El presidente en funciones mostró su confianza en satisfacer la confianza que habían depositado en él y en su proyecto 11 millones de españoles e insistió en que practicará una política de " entendimiento" porque, a su juicio, el partido que ha ganado las elecciones, "debe ser capaz de dialogar con todos".

Dijo el presidente que intentará buscar acuerdos "en temas vitales", para "el mantenimiento y la defensa de los valores de la libertad y la democracia, así como para conseguir el arrinconamiento del terrorismo hasta conseguir el fin absoluto de la violencia y del terrorismo, que sobran en un sistema democrático y que tanto nos han hecho sufrir".

Explicó cómo ve la vida parlamentaria, pidiendo que primen las ideas "y se arrinconen los insultos", buscando la mejor convivencia "en la España diversa" en el que los ciudadanos se sienten unidos y respetados en su diversidad. A esos ciudadanos les pidió a su vez "compromiso con el proyecto común de una España unida, una España que es una potencia económica y social tanto en Europa como en el conjunto del orden internacional".

Zapatero pidió a sus parlamentarios que trabajen "más en la calle que en los despachos" y que permanezcan atentos "a lo que pasa fuera", advirtiendo que quiere contar con un grupo parlamentario "exigente y creativo".

Después de presidir la reunión del grupo parlamentario socialista, el presidente del Gobierno en funciones entregó en el Congreso las credenciales para acreditarse como diputado.

Zapatero aseguró que todavía no ha pensado en la composición de su nuevo Gabinete y afirmó que durante sus vacaciones de Semana Santa, en Doñana, se ha limitado a reflexionar sobre los cambios en la dirección de los grupos parlamentarios.